Monday, October 7
MOVING IN THE
SPIRIT
ACTS 1:12-14
But you will
receive power when the Holy Spirit has come upon you; and you will be my
witnesses in Jerusalem, in all Judea and Samaria, and to the ends of the earth.
Acts 1:8 (NRSV)
I would
like to solicit our brothers and sisters about this promise on God’s part. The
Lord has us clothed with his armor so that we may live joyously in him,
beginning with the annunciation of Jesus’ birth in Luke 1: 26-31 where Mary,
despite the circumstances, trusted in God and rejoiced.
In the same manner when the Apostles descended
from the Mount of Olives after the Ascension of Jesus, they joined in prayer
and offered gratitude to God. This example should be followed by us, today's
disciples; we should trust that God has given us a joyful power to preach,
heal, and even to cast out demons.
To do this
we need only follow the teachings that the Master has left us: sharing bread
with others, visiting the sick, helping those in need; in this way we may heal
with love and drive out the demons of loneliness. There is no other way to be a
bearer of the Holy Spirit and witnesses to her presence in us, but by praying
in simplicity of heart and spiritual joy; that will make us true disciples of
the Lord.
Prayer: We ask to be your worthy witnesses by the simplicity of your
call. Amen.
Translated
by John Potter
MOVERNOS EN EL ESPÍRITU
HECHOS 1:12-14
…pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el espíritu
santo y me seréis testigos….
Hechos
1:8
Me gustaría invitar a
nuestros hermanos y hermanas sobre esta promesa de parte de Dios. El Señor nos
ha revestido de su armadura para que vivamos gozosos en Él, desde el anuncio
del nacimiento de Jesús en Lucas 1: 26-31 ya María, a pesar de las circunstancias
confió y se regocijó.
De igual modo cuando los
Apóstoles bajaron del monte de los Olivos, después de la ascensión del Señor se
unieron en oración y ruego agradecido a Dios. Este ejemplo deberíamos seguir
nosotros, discípulos de hoy, debemos confiar en que Dios nos ha otorgado un
jubiloso poder para predicar, sanar y hasta echar fuera demonios.
Para ello, solo debemos
seguir las enseñanzas que nos dejó el Maestro: compartir el pan con los otros,
visitar al enfermo, ayudar a quien lo necesite; así sanaremos con amor y
compañía y expulsaremos los demonios de la soledad.
No hay otra forma de ser
portador del Espíritu Santo y testigos de su presencia en nosotros sino orando
con sencillez de corazón y alegría espiritual, eso nos hará verdaderos discípulos
del Señor.
Oración: Te pedimos ser dignos testigos tuyos, desde la
sencillez de tu llamado. Amén.
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