Thursday, October
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GOOD NEWS
LUKE 10:1-12
Whatever house you
enter, first say,
‘Peace to this
house!’
Luke 10:5 (NRSV)
Despite the
increasingly difficult situations facing humanity every day, the planet’s
population continues to increase. In the same way, hopelessness and heartbreak
continue to increase. The number seventy-two (those whom Jesus sent out)
represented all the nations of the known world at that time. Thus, we are in
the same position today facing the world where many families hope for our
greeting of peace. It isn’t difficult for us Cubans to enter a conversation and
drink a cup of coffee, or to share what we have at hand with a neighbor.
Broadening the conversation, moved by the words of Jesus about comfort, love, forgiveness
without limits and reconciliation could turn out to be the most effective
healing for a troubled spirit.
These words
never heard by our friends might awaken great curiosity in many and some doubt
in others, but we can leave it to God to deal with those who are not yet ready
to receive us. Let’s follow the instructions of the Master, announce to all the
Kingdom of God, or the place we meet God’s good will, which is available to
everyone.
Prayer: Lord, place in me the desire to go and tell all the world
the words of eternal life, to those who do not know it. Amen.
Translated
by John Potter
LA BUENA NOTICIA
LUCAS 10:1-12
Cuando entren en una casa, saluden primero,
diciendo: “Paz a esta casa”
Lucas 10:5
A pesar de las
situaciones cada vez más difíciles que vive la humanidad, el número de
habitantes del planeta sigue creciendo. De igual manera siguen creciendo la
desesperanza y el desamor. El número setenta y dos de aquellos enviados
representan las naciones del mundo conocidas del momento. Esto nos coloca en la
misma posición frente al mundo de hoy donde muchas familias esperan nuestro
saludo de paz. No es difícil para nosotros los cubanos entablar una
conversación y tomar una taza de café, o compartir con el vecino lo que
tengamos a la mano. Extender la charla movidos por las palabras de Jesús, de
consuelo, de amor, perdón sin límites y reconciliación, puede resultar la más
eficaz sanación para un espíritu turbado.
Estas palabras nunca
antes oídas por nuestros amigos pueden despertar gran curiosidad en muchos, y
alguna duda en otros, pero
dejemos a Dios con aquellos que de momento no están preparados para recibirnos.
Sigamos las instrucciones del Maestro, anunciemos a todos que el Reino de Dios,
o el lugar donde hagamos cumplir la buena voluntad de Dios, está al alcance de
todos.
Oración: Señor, pon en mí el deseo de ir a anunciar al
mundo las palabras de vida eterna a aquellos que no te conocen. Amén
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