Wednesday, October 9 GIVE THEM YOUR EXAMPLE TITUS 2:6-8

Wednesday, October 9

GIVE THEM YOUR EXAMPLE

TITUS 2:6-8

Why do you look at the speck of dust in your brother’s eye

and pay no attention to the plank in your eye? (NIV)

Luke 6:41

Paul’s words to Titus seem to be directed to those within our churches today who dedicate themselves to giving advice without first taking stock of themselves.

Without any doubt, we are called to counsel our youth, to guide them on good paths, to teach them that their first task and their first duty is to love God and serve him unconditionally. But first, let’s see if we’re convinced that we’re the most suited to give counsel, if we ourselves practice what Christ taught us by his example, and that which we advise others to do.  And lastly, if we are straightforward, humble, kind, capable of forgiving and do unto our neighbor what we would have them do unto us. 

Remember, we aren’t fooling anyone with our acts, because many of those around us don’t know us, but God does, and if we truly say we believe in Him, and fulfill what He commands us, it’s because He will be our Supreme Judge.  

Prayer: Lord, we pray for those who erroneously advise without first looking to their defects. In Jesus. Amen.  

Translated by John Walter 

DALES TU MISMO EJEMPLO

TITO 2:6-8

¿Por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echar a ver la viga que está en tu ojo?

Lucas 6:41

Las palabras de Pablo a Tito parecen estar hechas para aquellos que hoy en día, dentro de nuestras Iglesias, se dedican a estar dando consejos sin que primero se aconsejen a ellos mismos.

Estamos, sin discusión alguna, llamados a aconsejar a nuestros jóvenes, a guiarlos por buenos caminos, a enseñarles como su primer trabajo y deber es amar a Dios y servirle incondicionalmente. Pero analicemos ante todo si estamos convencidos que somos los idóneos para dar consejos, si llevamos nosotros a la práctica lo que nos enseñó Cristo con su ejemplo y que nosotros aconsejamos a otros a que lo hagan. Y por último si somos en realidad sencillos, humildes, bondadosos y capaces de perdonar y hacer lo que queremos que haga nuestro prójimo.

Recordemos que con nuestros actos no estamos engañando a nadie, porque muchos de los que nos rodean nos conocen, sino a Dios, y si de verdad decimos creer en Él, cumplamos lo que Él nos manda, porque Él será nuestro Juez Supremo.

Oración: Señor, te pedimos por aquellos que, erróneamente, aconsejan sin mirar primero sus defectos. Por Jesús. Amén.