Tuesday,
October 29
Anniversary of the “Santa Fe” IPR (Sagua la Grande)
CONFIDENCE IN THE LORD
PSALM
125
Surely I am with you always, to the very end of the age.
Matthew 28:20 (NIV)
You have undoubtedly noticed the
desperation that prevails in all contemporary societies.
We can affirm without being mistaken that
the life of human beings is like a boat in the ocean.
During life’s storms we need a good anchor,
that will prevent our boat from drifting, and use it. We can’t see the anchor
or the cable tied to it, but by faith we know that it’s there because it keeps
the boat from drifting. In addition, if you want to go into a port at night,
you need the light of a lighthouse. Anchor and lighthouse give you security.
This Psalm is an image of God’s protection.
It’s a prayer for the dark moments of life, when things don’t turn out right
and you don’t see the fruit of your work. It’s also a prayer for when we feel
impotent in the face of injustice and violence, and in the face of corruption
and awkwardness that sometimes is found even within the church.
Prayer: My
God, may your light guide me until I reach the heavenly shore and put down my
anchor for the final time. Amen.
Translation
by George Meek
Aniversario de la IPR “Santa Fe” (Sagua la
Grande)
CONFIANZA EN EL SEÑOR
SALMO 125
Sepan que estoy con ustedes
hasta el fin del mundo
Mateo 28:20
Sin dudas, has notado la
desesperación que predomina en todas las sociedades actuales.
Podemos afirmar sin
equivocarnos, que la vida de los seres humanos es como un barco en el océano.
Durante las tormentas de
la vida necesitamos de una buena ancla, que evite que nuestro barco vaya a la
deriva y exige que soltemos nuestra
ancla. No podemos ver ni el ancla ni el cable atado a la misma, pero por fe sabemos
que está allí ya que mantiene al barco firme. Además, si quieres entrar el
puerto en la noche, necesitas la luz de un faro. Ancla y faro te dan seguridad.
Este salmo es una imagen
de la protección de Dios. Es una oración para los momentos oscuros de la vida,
cuando las cosas no salen, cuando no se ve el fruto de la acción. Es también
una oración para cuando nos sentimos
impotentes frente a la injusticia y la violencia, frente a la corrupción y la
torpeza que penetró tal vez hasta dentro de la iglesia.
Oración: Dios mío, que tu luz me
guíe hasta llegar a aquella orilla celestial y allí echar el ancla por última
vez. Amén.
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