Saturday, October 5
Anniversary
of the Presbyterian-Reformed Church “Prince of Peace” (Caibarién)
RECONCILIATION
QUESTIONS
2 CORINTHIANS
5:17-21
All this is from
God, who reconciled us to himself through Christ,
and has given us
the ministry of reconciliation
2 Corinthians 5:18 (NRSV)
A few years
ago, I was part of a course at the Evangelical Theological Seminary, and one of
the classes, whose name I do not remember, was taught by a professor from the
Quaker denomination. I had heard that some members of that denomination were
very good at conflict resolution, but I had never witnessed something of the
sort.
In one of
the class debates, a sister verbally attacked another with a distasteful
comment about her Church. Automatically, an absolute silence fell on the class.
Without changing expression, the professor asked the aggressor to repeat her
comment slowly and in a clear voice so that all of us could hear.
He also
started to ask her questions without allowing anyone else except her to reply:
“Why do you say that?” “Do you feel all right?” “How do you think the others
feel?” “What do you think you should do now?” He was unraveling the questions
in such a calm manner.
At the end
of the replies, the atmosphere had become relaxed; we had all witnessed a small
example of reconciliation without speeches, without sermons, only with
questions.
Prayer: God, let us be timely agents of reconciliation with our
fellow humans so that we may be with those most alienated. Amen.
Translated
by John Potter
Aniversario de la IPR “Príncipe de Paz” (Caibarién)
PREGUNTAS DE RECONCILIACIÓN
2 CORINTIOS 5:17-21
Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por
Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación
2 Corintios 5:18
Hace unos cuantos años participé en
un curso en el Seminario Evangélico de Teología y una de las asignaturas, de la
cual no recuerdo el nombre, la impartió un profesor de la Iglesia Cuáquera;
había escuchado que algunos miembros de esa denominación eran muy buenos en la
resolución de conflictos, pero nunca había sido testigo de algo así.
En uno de los debates de la clase, una hermana
agrede verbalmente a otra con un desagradable comentario sobre su iglesia,
automáticamente se hizo un silencio absoluto, el profesor sin inmutarse solo le
pidió a la agresora que repitiera su comentario, despacio y con voz clara para
que todos escucháramos.
Y comenzó además a hacerle preguntas
sin permitir a más nadie responder solo a ella: ¿por qué le dices eso?, ¿te
sientes bien?, ¿cómo piensas que se sienten todos?, ¿qué debes hacer ahora?,
así muy calmadamente fue desgranando interrogantes.
Al final de las respuestas, el
ambiente se había relajado, todos habíamos asistido a un pequeño ejemplo de
reconciliación, sin discursos, sin sermones, solo con preguntas.
Oración: Mi
Dios, permite que seamos oportunos agentes de la reconciliación con el prójimo,
para poderlo ser con los que están más alejados. Amén.
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