Wednesday,
October 2
THE LORD LISTENS
TO ALL WHO CALL ON HIM
PSALM 86: 1-7
Incline your ear, O
Lord, and answer me,
for I am poor and
needy.
Psalm 86:1 (NRSV)
From the
Colombian writer Gabriel García Márquez we know the expression, “A true friend
is the one who takes our hand and touches our heart.” Thanks to our knowledge
of Jesus Christ, we can experience God as our close friend. In a conversation
with his disciples, Jesus said, “Who has seen me has seen the Father.” In his
own person, he has shown us what God is like. Jesus took the hand of many needy
people who clamored for mercy at his feet, attended to them, helped them, and
thus touched their hearts. With this same love, Jesus, who is in God, listens
when we call on him.
In John’s
Gospel, Jesus prays to God that we all might be one, and he says to God, “The
glory that you have given me I have given them, so that they may be one, as we
are one. . .” (17:22) With that assurance, we direct our prayers to God to
forgive us and to change our lamentations into dancing.
Prayer: Lord, when we feel alone or sad, may our prayer be the
perfect link by which we feel the greatness of your love and sense the
assurance of your presence. Amen.
Translated
by John Potter
EL SEÑOR ESCUCHA A QUIENES LE INVOCAN
SALMO 86: 1-7
Señor, dígnate escucharme,
porque estoy muy triste y pobre…
Salmo
86:1
Del escritor colombiano
Gabriel García Márquez conocemos la frase: “Un verdadero amigo es quien te toma
de la mano y te toca el corazón.” Gracias
al conocimiento que nosotros tenemos de Cristo Jesús podemos sentir a Dios como
nuestro amigo cercano. En una conversación con sus discípulos Jesús dijo: Quien me ha visto a mí, ha visto al Padre.
Él nos ha mostrado cómo es Dios en su propia persona. Jesús tomó de la mano a
muchos necesitados que clamaban misericordia a sus pies, los atendió, les
asistió y les tocó así el corazón. Con ese mismo amor, Jesús que está en Dios,
nos escucha cuando le invocamos.
En el evangelio de Juan,
Jesús ruega a Dios para que todos seamos uno y le dice a Dios: …Yo les he dado la gloria que me diste, para
que sean uno, así como nosotros somos uno. Con esta seguridad dirigimos
nuestras plegarias a Dios, para que nos perdone y cambie en danzas nuestro
lamento.
Oración: Señor permite que cuando
nos sintamos solos o tristes nuestra oración sea el vínculo perfecto para
experimentar la grandeza de tu amor, para sentir la seguridad de tu presencia. Amén.
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