Monday, December 16
PURE OF HEART
PSALM 24: 4-9
The one who has clean
hands and a pure heart,
who does not trust in an idol
or swear by a false god. (NIV)
Psalm 24:4
When we make our way down
the path of faith, we live in a process of purification that places us in a
state of extreme tension, not exempt from complexities and perplexity. In a
word: God confronts us with our impurities, to the point of removing the shine from
his creatures.
We live in times when
immediacy, the emotional and spontaneity are in style, and as such it seems
that the ephemeral and relative count more than the hard process of appropriating
values.
To purify the heart
and to clean the hands indicate an act and an attitude that encompasses everything
we are: our confidence, our faithfulness and our emotional attachment. It also
encompasses our entire history of projects, emergencies and eventualities. To
summarize, we are talking about what marks the difference in life for those who
opt to walk with God. Faith conditions, commits and transforms the existence of
human beings. Faith is a river that advances. Impurities remain in the riverbed,
but the current goes on until it reaches the sea.
Prayer: God of love, help us to purify our lives in
the river of faith. Amen.
Translation by John Walter
PUROS
DE CORAZÓN
SALMO 24:
4-9
El
limpio de manos y puro de corazón; El
que no ha elevado su alma a cosas vanas, ni jurado con engaño.
Salmo 24:4
Cuando
nos abrimos paso en el sendero de la fe vivimos un proceso de purificación que
nos coloca en un estado de alta tensión, no exento de complejidades y
perplejidad. En una palabra, Dios nos enfrenta con nuestras impurezas hasta
sacar el lustro de sus criaturas.
Vivimos
momentos donde la inmediatez, lo emocional y lo espontáneo están de moda, y tal
parece que lo efímero y relativo cuentan más que el duro proceso de apropiación
de valores.
Purificar
el corazón, limpiar las manos, indican un acto y una actitud que abarca todo lo
que somos: nuestra confianza, nuestra fidelidad y nuestra apego emocional;
abarca también nuestra historia entera con proyectos, emergencias y
eventualidades. En fin de cuentas, estamos hablando de lo que marca la
diferencia en la vida del que opta por caminar con Dios. La fe condiciona,
compromete y transforma la existencia del ser humano. La fe es un río que
avanza. Las impurezas se quedan en el lecho de ese río, pero la corriente sigue
hasta llegar al mar.
Oración: Dios
de amor ayúdanos a purificar nuestras vidas en el río de la fe. Amén.
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