Friday, May 22; REMOVE THE SEEDS

Friday, May 22

REMOVE THE SEEDS

Proverbs 20: 24-27

It is a trap to dedicate something rashly

and only later to consider one’s vows. (NIV)

Proverbs 20:25

A few days ago my son-in-law brought my daughter a full bowl of tasty guavas, but she didn’t want to eat them because a seed of the fruit once became lodged in a tooth with all the disagreeable consequences it brought her. Accordingly, without thinking overmuch about it, she pronounced, “I’m not going to eat any more guavas.”  And then, an instant later she shouted, “Mama, take the seeds out please.”    

How many times, faced with a small obstacle in our lives, is going to extremes the answer we arrive upon at first glace, or we make drastic solutions only to immediately repent when we see, just seconds later, that the solution to the problem is so simple that it seemed obvious?     

Other times we want to play at being God and we set out to ponder the “why” of certain things (Wouldn’t it be better to eat the guava if it didn’t have any seeds?) without being able to put everything into an apparent perspective so as to be able to better evaluate what we say.

A little reflection would make a great deal of difference.

Prayer: Lord our Father, give us the ability to reflect when confronted with small problems, to see them in their true dimension in such a way that we can each time say, “My God, now I’ll take out the seeds.” Amen.

Translation by John Walter

Mayo 22,  viernes

QUÍTALE LAS SEMILLAS

Proverbios 20: 24-27

Lazo es al hombre hacer apresuradamente voto de consagración, y después de hacerlo, reflexionar.

Proverbios 20:25

Hace pocos días, mi yerno le trae a mi hija una jaba llena de riquísimas guayabas, pero ella no quería comerlas porque en una ocasión una semillita de la fruta se le había incrustado en una muela, con todas las desagradables consecuencias que esto le acarreó, por lo tanto, sin pensarlo mucho sentenció: -no voy a comer más guayabas.

Casi al instante gritó: - mamá, por favor, quítale las semillas.

Cuantas veces ante un pequeño escollo en nuestras vidas, la solución que a primera vista encontramos es irnos por la tremenda, dar soluciones drásticas, y por supuesto, inmediatamente nos arrepentimos; cuando con solo un instante de reflexión, vemos que la solución al problema es tan simple y sencilla que después nos parece obvia. En otras ocasiones queremos jugar a ser Dios y nos ponemos a reflexionar de el por qué de ciertas cosas (¿no sería mejor comerse la guayaba si no tuviera semillas?), sin lograr poner todo en un esquema delante de nuestros ojos para poder sopesar mejor lo que decimos.

Un poco de reflexión, haría una gran diferencia.

Oración: Señor y Padre nuestro danos la capacidad de reflexionar ante los pequeños problemas, para verlos en su adecuada dimensión, de manera que podamos decir ante cada uno de ellos:  Dios mío ahora le quitaré las semillas. Amén.