MAY 24
I AM YOUR SALVATION
Psalm 35
Do not take revenge, my dear friends, but leave room for God’s wrath, for it is written: Ït is mine to avenge; I will repay”, says the Lord.
Romans 12:19 (NIV)
At times we are victims of injustice that hurts and causes deep wounds, and we ask ourselves: What should we do? Thoughts of revenge come to mind that torment and distort us. But, thanks to God, we have the resource of prayer to speak to Him privately and sincerely about what is happening to us, stripping ourselves of the bitterness and rancor during our conversation with Him.
In the end we feel an indescribable peace, which is a gift. It is a peace that this world cannot give, a peace that guards our hearts and minds, a peace that only God can give to his daughters and sons.
Jesus said: If your enemy is hungry, give him food, if he is thirsty, give him drink; for in so doing, you will heap coals of fire upon his head, therefore overcoming evil with good.
Let us put all our trust in the power of God. He will do what is right at the time, according to his will.
Prayer: Loving father, teach us to forgive as you do and to love our neighbors as ourselves. Amen.
Translation by Susan Metcalf Smith
MAYO 24
YO SOY TU SALVACION
Salmo 35
No os venguéis nosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito esta: mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.
Romanos 12:19
En ocasiones somos víctimas de injusticias que lastiman y hacen heridas profundas, y nos preguntamos: ¿Qué hacer? A nuestras mentes acuden pensamientos de venganza que nos atormentan y distorsionan. Pero gracias a Dios, contamos con el recurso de la oración para contarle de forma privada y sincera lo que nos sucede, despojándonos de toda amargura y rencor durante nuestra conversación con Él.
Al final sentiremos una paz indescriptible, que es un don, es una paz que no puede dar este mundo, paz que guarda nuestros corazones y pensamientos, paz que sólo Dios puede otorgarle a sus hijas e hijos.
Jesús dijo: Si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer, si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza, por lo tanto, vence con el bien el mal.
Depositemos toda nuestra confianza en el poder de Dios. Él hará en su momento, lo justo, según su voluntad.
Oración: Padre amado, enséñanos a perdonar como tú lo haces y amar al prójimo como a nosotros mismos. Amén.
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