MAY 28

PRAYER: OUR BEST LINE OF DEFENSE

Zephaniah 3:17

You are my God, and I will praise you; you are my God and I will exalt you.

Psalm 118:28 (NIV)

We cannot think of prayer as a routine task. Instead, we should consider it as communication with the only one who truly understands us and who waits for us.

The Lord tells us: delight in me. This irresistibly draws us into closer communion with Him, remembering all that He has done for us, for He loves us with a perfect and eternal love.

Often the easiest way to talk to Jesus is by thanking Him for being our Savior, Redeemer, and Friend. We can also thank Him for the things that are happening in our lives, our family, and the church. These prayers of gratitude easily connect us with God and ease the way to other prayers.

Since the Lord already knows all about our circumstances, we can speak freely with Him. He will never reject us, for the penalty for our sins has already been paid for in full by the blood of Christ.

 

Prayer: Thank you, Lord Jesus Christ, for cleansing and washing away my sins. I give you thanks for being my savior and my friend. Amen.

 

Translation by Susan Metcalf Smith

MAYO 28

LA ORACION: NUESTRA MEJOR ARMA

Sofonias 3:17

Mi Dios eres tú, y te alabaré; Dios mío, te exaltaré

Salmo 118:28

No podemos pensar en la oración como una tarea rutinaria. En lugar de eso, debemos considerarla como la comunicación con el único que en verdad nos comprende y que espera por nosotros.

El Señor nos dice: deléitate en mí. Esto nos atraerá irresistiblemente a una comunión más estrecha con Él, recordando todo lo que Él ha hecho por nosotros, pues nos ama con un amor perfecto y eterno.

A menudo la forma más fácil de empezar a hablar con Jesús es agradeciéndole por ser nuestro Salvador, Redentor y Amigo. También podemos darle las gracias por las cosas que están sucediendo en nuestras vidas, nuestra familia, la iglesia. Estas oraciones de gratitud nos conectan fácilmente con Dios y facilitan el camino hacia otras oraciones.

Ya que el Señor conoce todo sobre nuestras circunstancias, podemos hablarle libremente. Él nunca nos va a rechazar, pues la pena por nuestros pecados ya ha sido pagada en su totalidad por la sangre de Cristo.

 

Oración: Gracias, Señor Jesucristo, por lavarme y limpiarme de mis pecados. Te doy gracias por ser mi salvador y mi amigo. Amén.