Saturday,
September 30
SEND ME
MATTHEW 9:35-38
Then I heard
the voice of the Lord saying, “Whom shall I send? And who will go for us?”
And I said,
“Here am I. Send me.” (NIV)
Isaiah 6:8
Persons who seem to be the best sometimes
are not. There are important people everywhere who were not trained for their
current work, but who responded to a call, and few could do the job better. Often
the question is not who is better prepared, but who intends to do the job and
is willing to do it.
From the beginning of humanity, God is
calling on willing people for his “team.” God is not waiting for the most
important, the wisest, or the best prepared…, but for those who are willing. The
possibilities for work are endless: take the message of the Gospel to the whole
world. Whenever we hear God’s call, we look around because we think somebody
else will respond.
We have changed the Biblical text and now
we tell the Lord: Here am I, send my brother. We find that all our
friends and relatives are ideally suited to serve the Lord...but not ourselves.
When we do this, we are disobeying God’s voice. It is not a matter of being the
best, or better equipped. It’s a matter of responding. God continues to call in
the same way every day: Whom shall I send? And who will go for us? You
can make many excuses. There are countless justifications, and you may think
they are all very good, but God himself is asking, and when He does, there is
only one possible response: Send me.
Prayer: Beloved God, I know that You are calling
me. I don’t want to look for someone else, but to respond myself. Here am I.
Send me. In Jesus’ name. Amen
Translation by
George Meek
ENVÍAME A MÍ
MATEO 9:35-38
Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré,
y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo:
Heme aquí, envíame a mí
Isaías 6:8
No siempre los que
parecen mejores lo son. En todos los lugares existen personas importantísimas,
que no eran los destinados a su trabajo actual, pero que supieron responder a
un llamado y hoy pocos hacen mejor su labor que ellos. Muchas veces la cuestión
no es quién está más preparado, sino quién se propone hacerlo, quién está
dispuesto.
Desde el principio de la
humanidad, Dios está llamando a personas dispuestas para entrar en su
"equipo". Dios no espera que sean las más importantes, ni las más
sabias, ni los más preparados…, sino que tengan disposición. Las posibilidades
de trabajo son inmensas: llevar el mensaje del Evangelio por todo el mundo.
Siempre que escuchamos el
llamado de Dios, miramos a nuestro alrededor porque creemos que otro va a
responder. Hemos cambiado el texto bíblico y ahora decimos al Señor: Aquí
estoy, envía a mi hermano. Encontramos condiciones ideales para servir al
Señor en todos nuestros amigos y familiares... pero no en nosotros. Mientras
hacemos esto, estamos desobedeciendo la voz de Dios. No es cuestión de ser el
mejor, ni de estar más preparado. Es cuestión de responder.
Dios sigue llamando de la
misma manera cada día: ¿A quién enviaré y quién irá por nosotros? Puedes
poner muchas excusas. Infinidad de justificaciones, y puedes creer que son muy
buenas, pero es Dios mismo quien pregunta, y cuando Él lo hace sólo es posible
una respuesta: Envíame a mí.
Oración: Dios amado, sé que me estás llamando. No quiero mirar a otro, sin
responder yo misma. Aquí estoy, utilízame a mí. En el nombre de Jesús. Amén
No comments:
Post a Comment