Wednesday, September 6
FATHER, GLORIFY
YOUR NAME
JOHN 12:27-36
“Father, glorify
your name.” Then a voice came from heaven,
“I have glorified
it, and I will glorify it again.” (NRSV)
John 12:28
In life, it is necessary to do things at the right time, or
they will be much more difficult to accomplish later. Not infrequently do we
find situations in which death presents itself as the possibility of
transcendence. Many are the examples of people who transcended by their
sacrificial witness without even intending it.
There were not a few detractors of our José Martí who
accused him of stirring up a war without having been on the field of battle.
Nevertheless, many were his sacrifices and his efforts, to the extent of
delivering his own life in the service of his country.
Joan of Arc, the French heroine, led an army to achieve the
conquest of Orleans; then through many other battles decided to march on Paris.
But having been betrayed, she was taken prisoner and condemned to be burned at
the stake.
Jesus had to be glorified; the way was that of the cross,
the price: crucifixion. He did not reject what was offered to him and accepted
the sacrifice. Since then, no one has been able to get him out of the heart of
millions of people.
There is no way out; the path of sacrifice at whatever level
is always the path of glory. Let us lay aside our apathy and lack of
commitment. Let us not retreat as we walk the path of the cross. May we say
every day as Jesus did: Father, glorify
your name.
Prayer: We give you thanks, Lord, for the opportunity to travel the
route of sacrifice and to achieve your work. Amen.
Translation by John Potter
PADRE, GLORIFICA TU NOMBRE
JUAN 12:27-36
Padre, glorifica tu nombre. Entonces vino una voz del
cielo:
Lo he glorificado, y lo glorificaré otra vez.
Juan 12:28
En la vida hay que hacer
las cosas a tiempo o serán mucho más difíciles de realizar después.
No pocas veces
encontramos situaciones en las cuales la muerte se presenta como posibilidad de
trascendencia. Muchos son los ejemplos de personas que trascendieron por su
testimonio de sacrificio, aún sin proponérselo.
No fueron pocos los
detractores de nuestro José Martí, al cual acusaban de estimular una guerra sin
haber estado en el campo de batalla. Sin embargo, muchos fueron sus sacrificios
y desvelos hasta entregar su propia vida al servicio de la patria. Juana de
Arcos, la heroína francesa al mando de un ejército realizó la conquista de
Orleáns y después de otras muchas batallas decidió marchar sobre Paris. Pero al
ser traicionada fue hecha prisionera y condenada a la hoguera.
Jesús debió ser glorificado,
el camino era el de la cruz, el precio la crucifixión. No rechaza lo que se le
ofrece y acepta el sacrificio. Desde entonces nadie ha podido sacarlo del
corazón de millones de mujeres y hombres. No hay salida, el camino del
sacrificio a cualquier nivel, será siempre el camino de la gloria. Dejemos a un
lado nuestras apatías y falta de compromiso. No nos echemos hacia atrás al
seguir el camino de la cruz ¡Qué podamos expresar cada día como Jesús: Padre, glorifica tu nombre
Oración: Gracias te damos Señor, por la oportunidad de
transitar por el camino del sacrificio y alcanzar tu obra. Amén.
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