Sunday, July 15, 2018

Sunday, July 15 REMAINING CLOSE JOSHUA 1:5-9


Sunday, July 15
REMAINING CLOSE
JOSHUA 1:5-9
Have I not commanded you? Be strong and courageous.
Do not be afraid; do not be discouraged,
for the Lord your God will be with you
wherever you go.  (NIV)
                                                                                                     Joshua 1:9

It’s easy to tell others not to worry. It’s easy to remind our friends that God is with them and has everything under control. And it’s easy to remind ourselves of it when everything is going well

But when life has us navigating in turbulent waters, our natural instinct is to be frightened. We become agitated and we worry. We cry out not knowing how we will make do with the little money that we have, how we will face up to illnesses, or how we will deal with whatever stormy wave is dashing against us. When life is alarming we become frightened.

Believe it or not, it’s a good thing. And it’s when we’re frightened, when we’re overwhelmed, when we realize that our circumstances overtake us, that’s when it’s the perfect place for God to shower his reassurance and tranquility upon us.

He never abandons us; but sometimes, when life is good, other things distract us and we don’t enjoy his presence as we should. When we feel afraid we see ourselves newly drawn into the arms of our maternal God. And it’s just there where He wants us to be.

Prayer: Beloved God, thank you for always being with me and giving me encouragement. Help me to remain close to you in the good times as well as the bad. Amen.

Translation by John Walter





PERMANECER CERCA
JOSUÉ 1:5-9
Ya te lo he ordenado: ¡Sé fuerte y valiente!
¡No tengas miedo ni te desanimes!
Porque el Señor tu Dios te acompañará
dondequiera que vayas.
Josué 1:9

Resulta fácil decirles a los demás que no se preocupen. Es fácil recordar a nuestros amigos que Dios está con ellos y que lo tiene todo bajo control. Y es fácil recordárnoslo a nosotros mismos cuando todo va bien.

Pero cuando la vida nos hace navegar en aguas turbulentas, nuestro instinto natural es estar asustados. Nos inquietamos y nos preocupamos. Gritamos sin saber cómo haremos con el poco dinero que tenemos, cómo nos enfrentaremos a enfermedades o cómo trataremos con cualquier ola tormentosa que se estrelle contra nosotros. Cuando la vida es alarmante, nos asustamos.

Lo creas o no, es una buena cosa. Y es que cuando estamos asustados, cuando estemos abrumados, cuando nos damos cuenta de que nuestras circunstancias nos sobrepasan, es cuando estamos en el lugar perfecto para que Dios derrame su consuelo y su tranquilidad sobre nosotros.

Él nunca nos abandona, pero en ocasiones, cuando la vida es buena, otras cosas nos distraen y no disfrutamos su presencia como deberíamos. Cuando nos sentimos asustados, nos vemos atraídos de nuevo a los brazos de nuestro Dios maternal. Y justo allí es donde Él quiere que estemos.

Oración: Amado Dios, gracias por permanecer siempre conmigo y darme aliento. Ayúdame a quedarme cerca de ti  en los buenos tiempos y en los malos también. Amén.




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