Thursday, July 5
MISTAKES
JOHN 14:25-29
Peace I leave with
you; my peace I give to you.
I do not give to
you as the world gives.
Do not let your
hearts be troubled, and do not let them be afraid.
John 14:27 (NRSV)
We often
hear many people who know biblical texts and have the gift to recite them from
memory. We remember: The Lord is my
shepherd, I shall not want, or I can
do everything in Christ who strengthens me or recite every Sunday If God is for us, who can be against us?
If we recite these passages but the fear of failure paralyzes us, the result is
empty words that we can’t internalize.
How many
fears do we carry in our lives? These fears prevent us from achieving an
adequate harmony between God, ourselves, creation, and above all, an interior
harmony within ourselves. These fears are the frustrations that dog our steps
every day, preventing us from seeing what God places in our path, sometimes
joys and sometimes sorrows . . . Facing
these situations doesn’t mean that everything will turn out all right but that
you didn’t give up trying.
If, in
trying to achieve our purposes, we forget faith, the hope we have placed in the
Lord, and see from another perspective, can God trust us? Will we be what God
has put in the world to change it? Let’s not become selfish in the attempt to
achieve interior harmony out of fear of failure. There really can be no failure
if, in every struggle and response, we reveal God’s will in us and demonstrate
the certainty that it is He who leads us day by day.
May fear
never hinder your steps when you truly try to achieve God’s purpose for all of
God’s children.
Prayer: Forgive us, Lord, when we are wrong, when we allow ourselves
to be overcome by doubt, when we don’t behave as you expect. We pray this with
contrition in the name of Jesus Christ. Amen.
Translation by John Potter
EQUIVOCACIONES
JUAN 14:25-29
La paz les dejo, mi paz les doy; yo no la doy como el
mundo la da. No dejen que su corazón se turbe y tengan miedo
Juan 14:27
Con frecuencia
escuchamos a muchos que conocen textos bíblicos y hasta tienen el don de
recitarlos de memoria. Recordemos: El
Señor es mi Pastor, nada me faltará o Todo
lo puedo en Cristo que me fortalece o repetimos cada domingo Si Dios con nosotros ¿quién contra nosotros?
Cuando recitamos estos
textos, pero el miedo al fracaso nos paraliza, resultan pues repeticiones
vacías que no logramos interiorizar. ¿Cuántos temores tenemos en nuestras
vidas? Esos son los temores que nos impiden
conseguir una adecuada armonía entre Dios, nosotros, lo creado y, sobre todo,
armonía en nosotros mismos. Esos temores son las frustraciones que nos
acompañan a cada paso, y que nos impiden enfrentar lo que día a día el Señor
pone en nuestros caminos, a veces alegrías, a veces tristezas…
El enfrentamiento a
cualquier situación no significa que todo saldrá bien, sino que no te detuviste
al intentarlo. En el intento por conseguir nuestros propósitos se nos olvida la
fe, la esperanza que hemos depositado en el Señor y si lo miramos desde otra
óptica, ¿podrá Dios confiar en nosotros?
¿Seremos nosotros lo que ha puesto Dios en el mundo para conseguir
cambiarlo?
No nos volvamos egoístas
en el intento de encontrar la armonía y por el temor al fracaso. Realmente no
existe el fracaso si en cada intento, en cada respuesta está la voluntad de
Dios aceptada por nosotros y la certeza de que es Él quien nos guía y acompaña
cada día. ¡Qué el miedo no detenga tus pasos en el verdadero intento de lograr
el propósito de Dios para cada uno de sus hijos e hijas!
Oración: Perdónanos Señor, cuando nos equivocamos, cuando
nos dejamos vencer por el miedo y la duda, cuando no nos comportamos como tú
esperas de nosotros. Te lo pedimos con arrepentimiento en el nombre de Cristo
Jesús, amén.
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