Friday, June 7
THE ABNORMALITY OF
THE GOSPEL
MARK 1:4-11
For the message about the cross is foolishness
to those who are perishing,
but to us who are
being saved it is the power of God.
1 Corinthians 1:18 (NRSV)
“Normality”
in life is almost always a gray zone dotted with small anecdotes: a family
struggle, a need for refuge in alcohol, a daily act of violence, a history of
infidelity of a couple or a friendship . . . in short, a story that is always
gray.
But one day
we stopped "being normal," as Jesus also stopped. A day when,
awakened and burned by the spirit, we assume our baptism and change course. We
say goodbye to the normality of the world and are converted to the abnormality
of the Gospel. We say goodbye to the passionate calls of the flesh and are
converted to the passion for God’s Reign. We say goodbye to the crazy life of
the old person and are converted to the life of the new person in the Spirit.
We say goodbye to the bondage to vices and are converted to the freedom of
God’s children.
The baptism
of Jesus in the River Jordan was, in so many words both human and Christian,
the day of his conversion. Can you say the same about yourself with respect to
your baptism? How long must you wait? God wants it to be now. But what about
you?
Prayer: Lord, increase our faith and our confidence in the
transforming power of the baptism that we have already received. In Christ’s
name, Amen.
Translation
by John Potter
LA ANORMALIDAD
DEL EVANGELIO
MARCOS 1:4-11
La palabra de la cruz es locura a los que se pierden;
pero a los que se salvan es poder de Dios
1 Corintios 1:18
La “normalidad” en la vida es
algo casi siempre gris, salpicada de pequeñas anécdotas: un conflicto familiar,
una necesidad de refugio en el alcohol, un acto cotidiano de violencia, una
historia de infidelidad de una pareja o una amistad… en fin, una historia
siempre gris.
Pero un día dejamos de “ser
normales”, como también dejó de serlo Jesús; un día en que, despertados y
quemados por el Espíritu, asumimos nuestro bautismo y cambiamos de rumbo.
Decimos adiós a la normalidad del mundo y nos convertimos a la anormalidad del Evangelio. Decimos adiós a las llamadas pasiones de la
carne y nos convertimos a la pasión del Reino de Dios. Decimos adiós a la vida
loca del viejo ser humano y nos convertimos a la vida del ser humano nuevo en
el Espíritu. Decimos adiós a la esclavitud de los vicios y nos convertimos a la
libertad de los hijos e hijas de Dios.
El bautismo de Jesús en el río
Jordán fue, por decirlo con palabras muy humanas y cristianas, el día de su
conversión. ¿Puedes tú decir lo mismo con respecto a tu bautismo? ¿Cuánto será
necesario esperar todavía? Dios quiere que sea hoy. Pero… ¿y tú?
Oración. Señor, aumenta nuestra fe y nuestra confianza en el
poder transformador del bautismo que ya hemos recibido. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
No comments:
Post a Comment