Friday, November
1
All Saints Day
WEEPING AND TEARS
MATTHEW 5: 1-12a
Blessed are those
who mourn, for they will be comforted.
Matthew 5: 4 (NRSV)
“Men don’t cry,” parents scold and deliver an unwarranted
spanking.
“Men’s tears are so bitter because they’re doomed never to
bear fruit.”
“Don’t criticize, or someday you’ll drink your tears in a
liquor glass.”
“It’s raining. You don’t see my tears; you confuse them with
rain.”
A girl
wiped tears from her mother’s cheek as she told the story of her little brother
who was sick. It was a simple gesture of love and compassion.
I think of
Jesus’ tears before Lazarus’ tomb (Jn 11:35). I think that he wept for Lazarus
as well as for Mary and Martha and for their pain. Later Jesus wept for
Jerusalem (Lk. 18:41-44), and he knows our pain today. But, as he promised, we
will see him again in the place which he is preparing for us (Jn. 14:3). At the
end of our lives in God’s presence our pain will cease. “. . .he will wipe every tear from their eyes. Death will be no more; mourning and crying
and pain will be no more, for the first things have passed away.” (Rev.
21:4)
Until then,
you know that God weeps with you.
Prayer: Thank you, God, for your love. What joy there will be with
Christ when there is no more pain, when faith and hope are replaced by the
Savior! Amen.
Translation by John Potter
Día de Todos los Santos
LLANTO Y LÁGRIMAS
MATEO 5:1-12a
Felices los que lloran porque recibirán consuelo
Mateo 5: 4
“Los hombres no lloran”,
regañan los padres y acto seguido una indebida nalgada.
“Lágrimas de hombre, que
son tan amargas, por estar condenadas a nunca brotar”
“No lo critiques, porque
quizás algún día bebas tu llanto en una copa de licor”
“Lloviendo está. Mis
lágrimas no miras. La lluvia las confunde”
Una niña secó las
lágrimas de la mejilla de su madre al narrar la historia de su hermanito menor
enfermo. Fue un sencillo gesto de amor y compasión. Y pienso en las lágrimas de
Jesús ante la tumba de Lázaro (Juan 11: 35). Creo que él lloró por Lázaro así
como también por María y Marta y por el dolor de ellas. Posteriormente Jesús
lloró por Jerusalén (Lucas 19: 41-44). Y Él conoce y comparte nuestro dolor
hoy. Pero, tal y como lo prometió, le volveremos a ver en el lugar que está
preparando para nosotros (Juan 14: 3) Al final de nuestras vidas, en la
presencia de Dios nuestro dolor terminará. Enjugará
Dios toda lagrima de los ojos y ya no habrá muerte, ni habrá llanto, un clamor,
ni dolor (Apoc 21:4).
Hasta entonces, tú sabes
que Dios llora contigo.
Oración: Gracias Dios por tu amor. ¡Cuánto gozo habrá con
Cristo cuando no haya más dolor, cuando a la fe y la esperanza las reemplace el
Señor! Amén.
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