Wednesday, November 6, 2019

Wednesday, November 6 THAT MINUTE YOU CAN’T MISS MARK 1:35-39


Wednesday, November 6
THAT MINUTE YOU CAN’T MISS
MARK 1:35-39

In the morning, while it was still very dark,
he got up and went out to a deserted place, and there he prayed.
Mark 1:35 (NRSV)
            Our community maintains the tradition of holding daily devotions. It’s a time of mere minutes devoted to prayer and meditation before beginning our daily work.  Also, some singing cheers us up at the beginning of the day. However, I recognize that we sometimes encumber this communal time by mentioning that we have already done our personal devotions or that there aren’t enough hours in the day to do everything. Fortunately, our daily meeting with God is a necessity, and then we pick up the pace.
            No matter how hectic our lives may be, we must not violate this moment of meeting with the Lord if we experience it communally, even better. Whether you pray at sunrise or before going to bed, join your family, a neighbor, or one of your brothers or sisters in the church, live that minute of prayer and meditation with the God of life.  Jesus went out very early in the morning to meet with God in prayer before beginning to preach.
            Don’t save it only for Sunday but set aside even a little bit of time every day to feed your faith. Without doubt, the result will be a day that is fruitful and blessed by God!

Prayer: Our God, allow us to be aware of the need to meet with you in sincere communion before undertaking any activity in the day. Amen.

Translation by John Potter


ESE MINUTO QUE NO PUEDE FALTAR
MARCOS 1:35-39

Muy de madrugada, cuando todavía estaba oscuro,
Jesús se levantó, salió de la casa y se fue a un lugar solitario, donde se puso a orar.
Marcos 1:35

En nuestra comunidad existe la tradición de celebrar devocionales diarios. Es un tiempo de escasos minutos que dedicamos a la oración y la meditación antes de comenzar nuestras labores cotidianas. También algún que otro canto nos anima a comenzar el día. Sin embargo, reconozco que en ocasiones afectamos este tiempo comunitario aludiendo que ya hicimos nuestro devocional personal o que no hay mucho tiempo para todo lo que debemos hacer en el día. Afortunadamente nuestro encuentro con Dios diario es una necesidad y luego retomamos el ritmo.
Por muy agitada que sea nuestra vida, no violemos ese minuto de encuentro con el Señor, y si lo vivimos en comunidad mucho mejor. Ya sea al levantarnos a antes de ir al descanso, reúnase con su familia, con algún vecino, con alguno de sus hermanos o hermanas de la iglesia, para vivir ese minuto de oración y meditación junto al Dios de la vida. Jesús salió muy de madrugada a encontrarse con Dios en oración, antes de comenzar a predicar.
No lo deje sólo para el domingo, cada día reserve, aunque sea un pequeño tiempo para alimentar su fe. ¡Sin dudas, el resultado será un día fructífero y bendecido por Dios!

Oración: Dios nuestro, permite que seamos conscientes de la necesidad de encontrarnos contigo en comunión sincera, antes de acometer cualquier acción en el día. Amén.


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