Wednesday,
November 6
THAT MINUTE YOU
CAN’T MISS
MARK 1:35-39
In the morning,
while it was still very dark,
he got up and went
out to a deserted place, and there he prayed.
Mark 1:35 (NRSV)
Our
community maintains the tradition of holding daily devotions. It’s a time of
mere minutes devoted to prayer and meditation before beginning our daily work. Also, some singing cheers us up at the
beginning of the day. However, I recognize that we sometimes encumber this
communal time by mentioning that we have already done our personal devotions or
that there aren’t enough hours in the day to do everything. Fortunately, our
daily meeting with God is a necessity, and then we pick up the pace.
No matter
how hectic our lives may be, we must not violate this moment of meeting with
the Lord if we experience it communally, even better. Whether you pray at sunrise
or before going to bed, join your family, a neighbor, or one of your brothers
or sisters in the church, live that minute of prayer and meditation with the
God of life. Jesus went out very early
in the morning to meet with God in prayer before beginning to preach.
Don’t save
it only for Sunday but set aside even a little bit of time every day to feed
your faith. Without doubt, the result will be a day that is fruitful and
blessed by God!
Prayer: Our God, allow us to be aware of the need to meet with you
in sincere communion before undertaking any activity in the day. Amen.
Translation
by John Potter
ESE MINUTO QUE NO PUEDE FALTAR
MARCOS 1:35-39
Muy de madrugada, cuando todavía estaba oscuro,
Jesús se levantó, salió de la casa y se fue a un lugar
solitario, donde se puso a orar.
Marcos 1:35
En nuestra comunidad
existe la tradición de celebrar devocionales diarios. Es un tiempo de escasos
minutos que dedicamos a la oración y la meditación antes de comenzar nuestras
labores cotidianas. También algún que otro canto nos anima a comenzar el día.
Sin embargo, reconozco que en ocasiones afectamos este tiempo comunitario
aludiendo que ya hicimos nuestro devocional personal o que no hay mucho tiempo
para todo lo que debemos hacer en el día. Afortunadamente nuestro encuentro con
Dios diario es una necesidad y luego retomamos el ritmo.
Por muy agitada que sea
nuestra vida, no violemos ese minuto de encuentro con el Señor, y si lo vivimos
en comunidad mucho mejor. Ya sea al levantarnos a antes de ir al descanso, reúnase
con su familia, con algún vecino, con alguno de sus hermanos o hermanas de la
iglesia, para vivir ese minuto de oración y meditación junto al Dios de la
vida. Jesús salió muy de madrugada a encontrarse con Dios en oración, antes de
comenzar a predicar.
No lo deje sólo para el
domingo, cada día reserve, aunque sea un pequeño tiempo para alimentar su fe.
¡Sin dudas, el resultado será un día fructífero y bendecido por Dios!
Oración: Dios nuestro, permite que seamos conscientes de la
necesidad de encontrarnos contigo en comunión sincera, antes de acometer
cualquier acción en el día. Amén.
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