Sunday, November
3
Day
of Pastoral Ministry
USING GOD’S POWER
MARK 1:35
O God, you are my God, I seek you,
my soul thirsts for
you;
my flesh faints for
you,
as in a dry and weary
land where there is no water.
Psalm 63:1 (NRSV)
A famous composer was once asked how
he could find his inner strength so quickly after a period of great effort, and
he replied, “When I find myself tired after creating a composition, I withdraw
to pray. This simple remedy never fails me.”
Believers who speak to God when they
need to strengthen themselves communicate with the source of all strength, the
very one that is All Powerful. Through prayer, Christ himself gives us the most
beautiful example of how to resist the pressures of life. From Mark’s Gospel we
know that after an exhausting day in which he had taught, healed, cast out
demons, and slept very little, Jesus withdrew to a place apart before the sun
rose to talk with his Father and to renew his spiritual vigor. If indeed the Son of God felt it necessary to
prepare his heart before the start of a new day, how much more do we, weak
humans, need to take time to pray before facing our responsibilities.
Whoever recognizes the difficulties
and demands of life should never undertake anything without first asking the
Lord to direct her or him. We can be sure that prayer will always renew our
strength.
Prayer: Lord, every day let us feel the need to seek strength in
you through prayer. May we undertake nothing without first seeking your
guidance. Today we pray for pastors and their families; guide them in their
ministries. Amen.
Translation
by John Potter
Día del Ministerio Pastoral
UTILIZAR EL PODER DE DIOS
MARCOS 1:35
Dios, Dios mío
eres tú; de madrugada te buscaré;
mi alma tiene
sed de ti, mi carne te anhela
Salmo 63:1
Cierta vez le preguntaron a un célebre compositor cómo
volvía a hallar tan rápidamente su fuerza interior después de un período de grandes
esfuerzos, y él contestó: “Cuando me siento cansado, después de haber creado
una composición me retiro a orar. Nunca me falló este sencillo remedio”.
Los creyentes que le hablan a Dios cuando necesitan
fortalecerse, se comunican con la fuente de toda fuerza: el mismo Todopoderoso.
Cristo, mediante la oración, nos dio el más hermoso ejemplo de cómo resistir a
las presiones de la vida. Por el evangelio de Marcos sabemos que Jesús, después
de un día agotador en que había enseñado, curado, echado demonios y dormido muy
poco, se retiró a un lugar apartado antes que saliera el sol, para hablar con
su Padre y renovar su vigor espiritual. Si el Hijo de Dios consideraba
necesario preparar su corazón al comienzo de un nuevo día, ¡cuánto más
necesitaremos nosotros, débiles humanos, tomarnos un tiempo para orar antes de
afrontar nuestras responsabilidades!
El que se da cuenta de las dificultades y exigencias
de la vida nunca debería emprender algo sin antes pedirle al Señor que le
dirija. Podemos tener la seguridad de que la oración siempre renovará nuestras
fuerzas.
Oración: Señor,
permite que cada día sintamos la necesidad de buscar la fuerza en ti mediante
la oración. Que no emprendamos nada sin antes pedir tu guía. Hoy te pedimos por
los pastores, las pastoras y sus familias, guíales en sus ministerios. Amén.
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