Wednesday, November 20
CALLED TO ACTION
REVELATION 3:1-6, 14-22
Here I am, I stand at the door and knock… (NIV)
Revelation 3:20a
In chapters two and three of the Book of
Revelation we find messages to seven churches. Each one is given praise, criticism,
and promises. In the letter to the church in Sardis it’s recognized that some
members still maintain their faith, but it’s a dead church. He calls them to
repentance, and to rekindle what remains of the spirit of love, faith, and
service.
There is no praise for the church in Laodicea.
This was a rich community located in a prosperous city. In contrast to its
richness in goods and materials, its spirituality had become totally impoverished
and characterized by inertia, lack of action and indifference toward the
challenges involved in living the Gospel. I know your works; you are neither
cold nor hot.
These texts from Revelation call us to
reflection, to revise how we are and what we do as a Christian community called
to transform human beings and the society where we live. We should ask
ourselves: are we tepid, without causing any effect in the fight against sin? Or, are we dead like the church in Sardis? Are
we a church trapped in Sunday routines, without greater consequences for our
environment? How much active commitment do we show as Jesus’ followers? Let’s respond
to these questions with faith and works.
Prayer: Lord, strengthen our faith in a way that is
translated to transforming works of our reality. Amen.
Translation by John Walter
LLAMADOS A LA ACCION
APOCALIPSIS 3:1-6, 14-22
He aquí, yo estoy a la puerta y
llamo…
Apocalipsis 3:20a
En los capítulos 2 y 3 del libro de
Apocalipsis encontramos mensajes a siete iglesias. A cada una se les
señala elogios, críticas y se ofrecen instrucciones y promesas.
En la carta a la iglesia de Sardis se
reconoce que todavía algunos miembros
mantienen su fe; pero es una iglesia muerta. Los llama al arrepentimiento y a
reavivar lo que aún se corresponde con el espíritu de amor, fe y servicio.
Para la iglesia de Laodicea no
hay elogios. Esta era una comunidad rica ubicada en una ciudad próspera. En
contraste con la riqueza en bienes materiales, su espiritualidad había
empobrecido totalmente. Se caracterizaba por la inercia, la falta de acción, la
indiferencia ante los retos que implicaba vivir el evangelio. Yo conozco tus obras, que ni eres frío, ni
caliente.
Estos textos del Apocalipsis nos llaman a
la reflexión, a revisar cómo somos y qué hacemos como comunidad cristiana,
llamada a transformar al ser humano y a la sociedad donde vivimos. Debemos preguntarnos: ¿nos mantenemos tibios,
sin causar ningún efecto en la lucha contra el pecado? O, ¿cómo la iglesia de Sardis estamos
muertos? ¿Somos una iglesia atrapada en la rutina de los domingos, sin mayores
consecuencias para nuestro entorno? ¿Cuánto de compromiso activo mostramos como
seguidores de Jesús? Respondamos a estas
interrogantes con fe y obras.
Oración. Señor, fortalece nuestra fe, de manera que se
traduzca en obras transformadoras de nuestra realidad. Amén.
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