Thursday, November 21
LISTEN TO THE VOICE OF GOD
PSALM 49:1-6, 14-15
Hear this all you peoples… (NIV)
Psalm 49:1
God never stops speaking to us. He unconditionally takes
the initiative in communicating his Word of salvation to us. His voice is unalterably
pronounced, he doesn’t allow ups and downs. And as the author of the Letter to
the Hebrews tells us, God, having spoken in many ways…in these last times he
has spoken to us by the Son. He is the ultimate Word to listen to and follow.
What really changes is our communication with Him,
according to the degree of love and faith. To listen is an exercise directly
proportional to our prayer life. It’s through prayer that our relationship with
God is deepened, and thusly his voice may be heard amid the daily bustle. What
happens with a voice in the midst of silence is that the closer it gets the
easier we can recognize its source and what it tells us.
Any of us can listen to God in that intimate relation of
prayer where his voice feels closest, most audible, most alive. Then his voice
gives us the confidence to overcome our sadness, sweeten our bitterness, heal
our wounds. We learn to emit signs of love and reconciliation. The circle of
life is opened! We definitively cease being who we were before.
Prayer: Oh God, may your
voice reach the deepest corners of our being. Amen.
Translation by John
Walter
ESCUCHA LA VOZ DE DIOS
SALMO 49:1-6,
14-15
Oíd esto, pueblos todos.
Salmo 49:1
Dios no deja de hablarnos, Él
incondicionalmente siempre ha tomado la iniciativa en eso de comunicarnos su
Palabra de salvación. Su voz inalterablemente es pronunciada, no admite altos y
bajos. Y tal como nos dice el autor de la Carta a los Hebreos, Dios,
habiendo hablado de muchas maneras…. En estos postreros tiempos nos ha hablado
por el Hijo. Él es la Palabra definitiva a escuchar y seguir.
Lo que realmente cambia es nuestra
comunicación con Él según el grado de amor y fe. Escuchar es un ejercicio directamente
proporcional a nuestra vida de oración.
Es a través de la oración que profundizamos en nuestra relación con Dios y así
su voz puede ser escuchada en medio del bullicio cotidiano. Ocurre lo que con
una voz en medio del silencio, cuanto más se acerca, más fácilmente podemos
reconocer de quién viene y qué nos dice.
Cualquiera de nosotros puede escuchar a
Dios en esa relación íntima de oración, donde su voz se siente más próxima, más
audible, más viva. Su voz entonces nos da la confianza para superar nuestras
tristezas, endulzar nuestras amarguras, sanar nuestras heridas. Aprendemos a
dar señales de amor y reconciliación. ¡Se abrió el círculo de la vida!
Definitivamente dejamos de ser quienes éramos antes.
Oración: Oh Dios, que tu voz llegue hasta los más profundos
rincones de nuestro ser. Amén
No comments:
Post a Comment