Friday, November 29
THE GREAT CALL OF
JESUS
MATTHEW 4:18-25
“Come follow me,” he
said, “and I will show you how to fish for people.”
Matthew 4:19 (CEB)
Jesus
calls these fishermen to change and become fishers of men, teaching people
about the kingdom of God. They do not
doubt, rapidly follow him, they are convinced that following him, their lives
will change forever.
Jesus
expresses his call in terms that they are able to understand perfectly; they
knew well the process of trapping fish: the best hour of the day, the most
favorable weather, the art of raising and lowering the net, how to classify the
fish that were useful and those that were not, and the most healthy way to
preserve them in order to sell them. Thus, to be a good fisherman, one must
have certain gifts: patience,
perseverance and courage.
If the
church is the continuation of the Christ incarnate, it should not cease to care
for that which Jesus taught in the beginning.
The fact that he healed all diseases implies that he was concerned for
all that had enslaved men—sin primarily, and later its spiritual and material
consequences. But the most amazing thing
is that he wants to rescue men completely, in body and spirit, freeing them
from all affliction, anxiety, oppression and illness. And this continues to be the task of the
church.
Let us
not wait any longer—Jesus is calling us, being revealed in different forms in
each one of us, let us be sensitive to this call, serving with humility, love,
trust, openness to learn and spontaneous and immediate obedience.
Prayer:
Lord, help us to listen to your voice in the midst of the crowd, so we
can follow you. May your Holy Spirit
always illumine us, in the name of Jesus Christ, Amen.
Translation by Deborah McEachran
EL
GRAN LLAMAMIENTO DE JESUS
MATEO
4:18-25
Y les dijo: “Venid en pos de mí, y os haré
pescadores de hombres”
Mateo 4:19
Jesús llama a estos pescadores a convertirse y ser pescadores de hombres,
enseñando a las personas sobre el Reino de Dios. Ellos no dudaron, rápidamente lo
siguieron, estaban convencidos que, siguiéndole, sus vidas cambiarían para
siempre.
Jesús expresa su llamado en términos que ellos pueden entender
perfectamente; conocían bien el proceso de atrapar peces: la mejor hora del
día, el tiempo más favorable, el arte de bajar y levantar la red, cómo
clasificar los peces que servían y los que no, y la manera más saludable de
conservarlos para comercializarlos; además para ser un buen pescador uno debe
tener ciertos dones: paciencia, perseverancia y valor.
Si la iglesia es la continuación del Jesucristo encarnado no debe descuidar
lo que en un principio Él enseñó. El hecho de que sanara toda dolencia implica
que se preocupó por todo aquello que tiene atado o esclavizado a los hombres:
el pecado primeramente, y luego todas sus consecuencias espirituales y
materiales. Pero lo más maravilloso es que quiere rescatar al hombre
enteramente, en cuerpo y espíritu, liberarle de toda aflicción, angustia,
opresión, y enfermedad. Y esto todavía hoy sigue siendo tarea de la iglesia.
No
esperemos más, Jesús nos está llamando, se está revelando de forma diferente en
cada uno de nosotros, seamos sensibles a ese llamado, sirvámosle con humildad,
amor, confianza; disposición para aprender y obediencia espontanea e inmediata.
Oración: Señor, ayúdanos a escuchar tu voz en
medio de la multitud, para poder seguirte. Que tu Espíritu Santo siempre nos
ilumine, en el nombre de Jesucristo, Amén.
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