Thursday, January 7
THE FLOCK
PSALM 23
The Lord is my
shepherd, I shall not want.
Psalm 23:1 (NRSV)
I have in
my sight the picture of an immense flock of sheep going up a long road. In the
distance, at the top, you can see the silhouette of the shepherd walking ahead.
Far behind, far away from the others, you can see a tired or lost sheep.
I always
think that I am that sheep, and I look at the figure of the shepherd who is at
a great distance. Then I imagine that he stops and goes back to retrieve me,
comfort me, put me on his shoulders and take me back to the flock. This image is a help for all those who
suffer, for those who have gone astray in sin or are discouraged because they
always fall back into the same errors.
If this happens to you, think of that flock of Christians who have such
difficulty in moving forward on the path of the Lord. God knows each one of
us. The Shepherd towards whom we advance
so slowly will come down to seek us as often as necessary, in order to restore
us to the flock and bring us to the end of the road, behind him.
But it is
necessary to call Him and ask Him: do not think that He does not listen to you,
or that He is too far away. The Lord
always hears and will meet you in good time, if you call him from your heart.
It is not good to be alone, like a lost sheep.
Prayer: I am that
sheep, Lord, who begs you to take me on your shoulders and lead me back to the
fold where I belong. Do not forsake me.
Translation
by John Potter
Enero 7, Martes
EL REBAÑO
SALMO 23
El Señor es mi pastor; nada me faltará
Salmo 23:1
Tengo bajo mi vista la foto de
un inmenso rebaño de ovejas que sube por un largo camino. A lo lejos, en la
cumbre, se percibe la silueta del pastor que camina adelante. Completamente
atrás, muy alejada de las demás, se ve una oveja cansada o extraviada.
Siempre pienso que esa oveja
soy yo, y miro la figura del pastor que se halla a gran distancia. Entonces
imagino que se detiene y vuelve atrás para recuperarme, confortarme, ponerme
sobre sus hombros y llevarme de nuevo junto al rebaño. Esta imagen es un socorro
para todos los que sufren, para los que se han extraviado en el pecado o están
desalentados porque siempre vuelven a caer en las mismas faltas. Si esto le
sucede, piense en ese rebaño de cristianos que tienen tanta dificultad para
seguir adelante en el camino hasta el Señor. Dios conoce a cada uno. El Pastor
hacia el cual se sube tan despacio bajará para buscarle tantas veces como sea
necesario, con el objetivo de restituirle al rebaño y hacerle llegar al fin del
camino, detrás de Él.
Pero es necesario llamarle y
pedírselo: no piense que Él no le escucha, o que está demasiado lejos. El Señor
siempre oye e irá a su encuentro a tiempo, si de corazón se le llama. No es
bueno estar solo, cual oveja descarriada.
Oración: Soy esa oveja Señor, que implora que me cargues en tus
hombros y me lleves de vuelta al rebaño, allí donde pertenezco. No me abandones. Amén.
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