January 29, Wednesday
THE MIRACLE SHARED
PSALM 37:3-6
Trust in the Lord,
and do good; dwell in the land and enjoy safe pasture.
Psalm 37:3(NIV)
Aladdin is a character in the well-known work “A Thousand
and One Nights”. The story tells that
the protagonist discovers a lamp which, with the help of a genie, will give him
the capacity to grant the most incredible wishes.
But our world does not pose the challenge of “A Thousand and
One Nights,” if not in thousands of years.
Often have we felt the temptation to establish our relationships with
God at the level of Aladdin, the genie and the marvelous lamp. We pray, and we leave it to God to do the
miracle.
Psalm 37 has a combination of ideas that at times we don’t
understand: “…hope in the Lord and do
good.” In general, we stay with the
first part of verse 3 and we relegate the rest to the background. But the status of these invitations that
appear in the Biblical text is the same.
One cannot trust in the help of the Lord if we are not capable of doing
good, or at least doing our part.
Let’s not forget that we are not Aladdin, neither is God a
genie in a marvelous lamp. The miracle
is shared.
Prayer: Lord, allow us to be coparticipants in your
project of full life. Amen.
Translation by Deborah McEachran
Enero 29, Miércoles
EL MILAGRO COMPARTIDO
SALMO 37:3-6
ConfÃa en Jehová, y haz el bien; y habitarás en la
tierra,
y te apacentarás de la verdad
Salmo 37:3
Aladino es un personaje
de la conocida obra “Las mil y una noches”. La narración relata que su
protagonista descubre una lámpara, que con ayuda de un genio, le harÃa capaz de
lograr sus más increÃbles deseos.
Pero el mundo nuestro no nos plantea el reto de “Las mil y una noches”, sino
de miles de años. No son pocas las veces que sentimos la tentación de
establecer nuestras relaciones con Dios al nivel de Aladino, el genio y la
lámpara maravillosa. Oramos, y le dejamos a Él que haga el milagro.
El Salmo 37 tiene una
combinación de ideas que a veces no entendemos: ¨…espera en el Señor y haz el bien “. Por lo general nos quedamos con
la primera parte del versÃculo 3 y re-plegamos a un segundo plano el resto.
Pero el estatus de estas invitaciones que aparecen el en texto bÃblico es el
mismo. No se puede confiar en la ayuda del Señor si no somos capaces de hacer
el bien, o sea, nuestra parte.
No olvidemos que no
somos Aladino, ni que Dios es genio en la lámpara maravillosa. El milagro es
compartido.
Oración: Señor, permite que podamos ser copartÃcipes de
tu proyecto de vida plena Amén.
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