Friday, December 9
THE STRENGTH WHICH COMES FROM THE LORD
PSALM 23:1-6
Even though I walk
through the valley of the shadow of death, I will fear no evil.
Psalm 23:4
I invite all of you to reread this well-known psalm
in the light of this Advent. Perhaps many people feel so overwhelmed at this
time that they don’t even have any prospects for Christmas.
We experience so much anguish, so many distasteful
and difficult moments in life. At times
we confront situations that we think we will never be able to overcome, such as
illness, loneliness, etc.
At times, we even lose the joy of life. But Advent
is hope. It is an opportunity to look at Mary’s life and to see that as
difficult as our burdens may be, God is with us and will fill us with his
light.
The psalmist invites us to think of God as our
shield and strength. If we ask for his
help and we place ourselves in his hands, our lives will turn completely
towards new horizons.
Let us raise our eyes toward heaven and ask our God
to give us enough strength to move forward amid our valleys of the shadow of
death. Let us trust in the strength that
comes from God, the result of which will be able to pulse in our beings.
Prayer: Lord, beloved God, help us to secure our faith, so
that we can feel your presence in each minute of our lives. Be with us at this
time and grant that we could live it with hope for your birth. Amen.
Translated by Elisa Menocal
LA FORTALEZA QUE VIENE DEL SEÑOR
SALMO 23:1-6
Aunque ande
en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno
Salmo 23:4
Les invito a releer este conocido salmo a la luz
del Adviento. Quizás muchas personas están tan agobiadas en este tiempo, que ni
siquiera guardan expectativas por la navidad. En la vida nos toca vivir tantas
angustias, sinsabores y momentos difíciles. A veces nos enfrentamos a
situaciones embarazosas y pensamos que nunca podremos salir de ellas, como son
la enfermedad, la soledad, etc.
En ocasiones, hasta perdemos la alegría de
vivir. Pero Adviento es esperanza. Es
una oportunidad de mirar la vida de María y reconocer que por más difícil que
sea nuestra carga, Dios está con nosotros y nos llenará con su luz.
El salmista nos invita a pensar en Dios como
nuestro amparo y fortaleza. Si pedimos su ayuda y nos ponemos en sus manos,
nuestra vida girará completamente hacia nuevos horizontes.
Alcemos nuestros ojos al cielo y pidamos a
nuestro Dios que nos dé la fuerza suficiente para seguir adelante en medio de
nuestros propios valles de sombra de muerte. Confiemos en la fortaleza que
viene de Dios, el resultado lo podremos palpar en nuestro ser.
Oración: Señor,
amado Dios, ayúdanos a afianzar nuestra fe, para que podamos sentir tu
presencia en cada minuto de nuestra vida. Acompáñanos en este tiempo y que
podamos vivirlo con esperanza por tu nacimiento. Amén.
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