Thursday, December 8
Anniversary of the Presbyterian-Reformed Church
in Havana
Celebration of the Dependent Church in El
Copey (Placetas)
THE TIME OF WAITING
AMOS 4:11-13
The Lord is not slow in
keeping his promise…
2 Peter 3:9
When things are going
badly; when the problems that strike at humanity in general become so
unbearable that they lacerate our sensitivity— that is when we long for Jesus
Christ to come, in accordance with his promise.
It is in those moments that we desire for God to definitively establish
his reign of peace and righteousness.
But we could ask
ourselves, as did the prophets of the Old Testament: What will that anxiously
awaited day be like? Will it be as we
are hoping or will there be something that will surprise us?
The day of the Lord is
also a day of judgment. It is very easy for us to judge the actions of others,
but it often becomes impossible for us to judge ourselves.
Advent is a time of
waiting. It is also a moment for remembering that, just as God became incarnate
and lived among us, this will once again occur at some moment in history, when
his presence will be reverenced and sanctified.
The prayer to Our Father exhorts us to ask for both of
these things: the sanctification of His Name and the coming of His Kingdom.
Let us devote ourselves
to this time of waiting, acknowledging our errors and transforming our conduct,
so that the arrival of the Lord will find us prepared.
Prayer: Grant us, Oh God, to
work in this world acknowledging your lordship.
Grant that by doing this, we may live and wait for your coming with
confidence. Amen.
Translated by Elisa Menocal
Aniversario de la IPR de La
Habana
Celebración de la ID de El
Copey (Placetas)
EL
TIEMPO DE LA ESPERA
AMOS
4:11-13
El
Señor no retarda su venida…
2
Pedro 3:9
Cuando
las cosas andan mal; cuando los problemas que golpean a la humanidad en general
se tornan tan insoportables que laceran nuestra sensibilidad, entonces
anhelamos que venga Jesucristo, conforme
a su promesa. Es en esos momentos cuando deseamos que Dios instaure
definitivamente su reino de paz y justicia.
Pero
pudiéramos preguntarnos, tal como lo hicieron los profetas del Antiguo
Testamento ¿Qué tal será ese día ansiado? ¿Será como lo esperamos o habrá algo
que nos sorprenda?
El día
del Señor, es también un día de juicio. A nosotros nos es muy fácil juzgar las
acciones de los demás, pero se nos imposibilita a menudo el auto enjuiciarnos.
Adviento
es el tiempo de espera. Es también un momento para recordar que, así como Dios
se encarnó y habitó entre nosotros, así volverá a ocurrir en algún momento de
la historia, cuando su presencia sea reverenciada y santificada.
La
oración del Padrenuestro nos exhorta a pedir por ambas cosas: la santificación
de Su Nombre y la venida de Su Reino.
Entreguémonos
a este tiempo de espera reconociendo nuestros errores y transformando nuestra
conducta, para que la llegada del Señor nos encuentre preparados.
Oración: Permítenos
Oh Dios, obrar en este mundo reconociendo tu señorío. Que al así hacerlo,
vivamos y esperemos tu venida confiadamente. Amén.
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