Thursday, December 8, 2016

Thursday, December 8 Anniversary of the Presbyterian-Reformed Church in Havana Celebration of the Dependent Church in El Copey (Placetas) THE TIME OF WAITING AMOS 4:11-13

Thursday, December 8
Anniversary of the Presbyterian-Reformed Church in Havana
Celebration of the Dependent Church in El Copey (Placetas)

THE TIME OF WAITING
AMOS 4:11-13

The Lord is not slow in keeping his promise…
2 Peter 3:9

When things are going badly; when the problems that strike at humanity in general become so unbearable that they lacerate our sensitivity— that is when we long for Jesus Christ to come, in accordance with his promise.  It is in those moments that we desire for God to definitively establish his reign of peace and righteousness.

But we could ask ourselves, as did the prophets of the Old Testament: What will that anxiously awaited day be like?  Will it be as we are hoping or will there be something that will surprise us?

The day of the Lord is also a day of judgment. It is very easy for us to judge the actions of others, but it often becomes impossible for us to judge ourselves.

Advent is a time of waiting. It is also a moment for remembering that, just as God became incarnate and lived among us, this will once again occur at some moment in history, when his presence will be reverenced and sanctified.

The prayer to Our Father exhorts us to ask for both of these things: the sanctification of His Name and the coming of His Kingdom.

Let us devote ourselves to this time of waiting, acknowledging our errors and transforming our conduct, so that the arrival of the Lord will find us prepared.

Prayer: Grant us, Oh God, to work in this world acknowledging your lordship.  Grant that by doing this, we may live and wait for your coming with confidence.  Amen.

Translated by Elisa Menocal


Aniversario de la IPR de La Habana
Celebración de la ID de El Copey  (Placetas)

EL TIEMPO DE LA ESPERA
AMOS 4:11-13

El Señor no retarda su venida…
2 Pedro 3:9

Cuando las cosas andan mal; cuando los problemas que golpean a la humanidad en general se tornan tan insoportables que laceran nuestra sensibilidad, entonces anhelamos que venga Jesucristo, conforme  a su promesa. Es en esos momentos cuando deseamos que Dios instaure definitivamente su reino de paz y justicia.
Pero pudiéramos preguntarnos, tal como lo hicieron los profetas del Antiguo Testamento ¿Qué tal será ese día ansiado? ¿Será como lo esperamos o habrá algo que nos sorprenda?
El día del Señor, es también un día de juicio. A nosotros nos es muy fácil juzgar las acciones de los demás, pero se nos imposibilita a menudo el auto enjuiciarnos.
Adviento es el tiempo de espera. Es también un momento para recordar que, así como Dios se encarnó y habitó entre nosotros, así volverá a ocurrir en algún momento de la historia, cuando su presencia sea reverenciada y santificada.
La oración del Padrenuestro nos exhorta a pedir por ambas cosas: la santificación de Su Nombre y la venida de Su Reino.
Entreguémonos a este tiempo de espera reconociendo nuestros errores y transformando nuestra conducta, para que la llegada del Señor nos encuentre preparados.


Oración: Permítenos Oh Dios, obrar en este mundo reconociendo tu señorío. Que al así hacerlo, vivamos y esperemos tu venida confiadamente. Amén.

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