Saturday, December 3
Persons
with Disabilities Day
LIVING WITHOUT FEAR
MARK 4:35-41
Do not let your hearts
be troubled and do not be afraid.
John 14:27
Being alive is risky. If
we were to add up the experiences of all humanity from their beginnings, we
could not ascertain a life of tranquility and without obstacles. A peaceful life and one without obstacles is
not life. We live from crisis to crisis.
This moves us to affirm that one does not get out of a crisis. And we
Cubans have a long experience with this.
We have been living from one crisis to another for many years, in a
constant struggle for material and spiritual survival.
It is said that crises
are the responses to the incoherence and struggles that life itself
generates, and that they are a response rather than a problem that can be
resolved.
I remember a Cuban film
titled Plaff o Demasiado miedo a la vida (Too afraid of life), in which the protagonist lived with the fear
that his neighbors would throw eggs at him. The plot seems simple and trivial
but there are times when our fears lead us to obsessive attitudes of distrust
and lack of motivation.
Furthermore,
like the disciples, we, too, are navigating our lives through tempestuous seas,
and it seems to us that Jesus has forgotten us. The storm that is shaking us up
today represents the crisis of a shift, that comes as a response to the
conflicts that are generated by our lack of faith and the weakness of our
convictions.
Perhaps
fear is now impeding you from seeing the other bank, or you have not
been able to understand the Christ whom even the wind and the seas obey (v. 41)
, and who, even though he appears to be asleep,
is firmly and assuredly taking you to the other side where you
will find the happiness you seek.
Prayer: Lord, change our storms into calm waters. Heal our fears and grant that we may feel
your peace. Amen.
Día de las Personas con Discapacidades
VIVIR
SIN MIEDO
MARCOS 4:35-41
No se
angustien ni tengan miedo.
Juan
14:27
Estar
vivo es un riesgo. Si reuniéramos en un tomo las experiencias de toda la
humanidad desde sus inicios, no podríamos asegurar una vida tranquila y sin
tropiezos. Una vida tranquila y sin tropiezos no es vida. Vivimos de crisis en
crisis. Esto nos mueve a afirmar que no se sale de una crisis. Más bien se
cambia de crisis. Y en esto los cubanos tenemos una larga experiencia. Hace
muchos años que vivimos de una crisis en otra, en lucha constante por la
sobrevivencia material y espiritual. Se dice que las crisis son respuestas a
las incoherencias y tropiezos que la propia vida genera, y no son un problema a
superar sino una respuesta.
Recuerdo
una película cubana que se llama Plaff o Demasiado miedo a la vida, en
la que la protagonista vivía con miedo de que los vecinos le lanzaran huevos.
La trama parece sencilla y trivial pero en ocasiones nuestros miedos nos llevan
a actitudes obsesivas de desconfianza y falta de apertura.
Además,
como los discípulos, nosotros también navegamos en la vida por mares
tempestuosos, y nos parece que Jesús nos ha olvidado. La tempestad que hoy nos
sacude representa las crisis de turno, que viene como respuesta a los
conflictos que generan nuestra falta de fe y la debilidad de nuestras
convicciones. Tal vez el miedo te impide ahora ver la otra orilla, o no
has podido entender a ese Cristo que hasta el viento y el mar lo obedecen (v.41),
y que aunque aparentemente está dormido, te conduce firme y seguro hacia la
otra orilla donde se encuentra la felicidad que buscas.
Oración:
Señor, cambia nuestras tempestades en sosiego. Cura nuestros miedos y permite
que podamos sentir tu paz. Amén
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