Thursday, December 1
FIGHT AGAINST HIV DAY
TO
FREE, NOT TO CONDEMN
JOHn
5:1-18
Then Jesus said to him,
“Get up! Pick up your mat and walk.”
John 5:8
In this passage of the Holy Scriptures we are
shown how a disabled person, in Jesus’s time, in addition to the great burden
that the disability already represented, also had to suffer discrimination
for being considered a doer or heir of wrongdoing. This is perhaps one of the
reasons for which nobody would take him to the healing waters of the pool and
he therefore remained deprived of the possibility of being healed. In other
words, there was a double condition of exclusion: the disability itself and the
moral judgment placed upon the person with the disability. Jesus, however, once
again teaches us a profound lesson about how to act in life, beyond the
prejudices and morals that curtail happiness.
Even though people living with HIV have no
reason to be disabled persons, the same double exclusion discussed in this
biblical passage hangs over them. They fall victim to actions of segregation
which can often be more painful than the effects of the disease.
Let us encourage one another to be like Jesus
and not to judge the people around us because of this or that condition. Let us
accompany those who today are consolidating their efforts to combat HIV through
messages and actions of solidarity. I am certain that God is with us in this
endeavor.
Prayer: Good and gracious God of mercy, today we pray
for those living with HIV, that you will protect them from humiliating
exclusions; we pray for ourselves, that we may know how to live according to
your son Jesus; we pray for scientists the world over who are searching for a
cure for this illness. Amen.
Translated by Elisa Menocal
Día de la lucha contra el SIDA
Liberar, no condenar
Juan 5:1-18
Jesús le dijo:
Levántate, toma tu camilla y anda
Juan 5: 8
En este pasaje de la sagrada
Escritura podemos advertir cómo una persona discapacitada, en los tiempos de
Jesús, además de la gran carga que representaba la discapacidad en sí, también
tenía que sufrir la discriminación por ser considerado como hacedor o heredero
de maldición. Es quizás esa una de las razones por las que nadie lo acercaba a
las salutíferas aguas del estanque y quedaba así privado de la posibilidad de
su sanidad. Es decir, existe una doble condición de exclusión: la discapacidad
misma y la valoración moral que sobre la persona con discapacidad se hace.
Jesús, sin embargo, una vez más nos da lecciones profundas acerca de cómo
actuar en la vida, más allá de prejuicios y moralismos que cercenan la
felicidad.
Aunque las personas que viven
con VIH no tienen por qué ser personas discapacitadas, sí pende sobre ellas
este doble juicio comentado en el pasaje leído. Las acciones de segregación de
las cuales son víctimas en muchas ocasiones pueden representar los más dolorosos
efectos de la enfermedad.
Animémonos a ser como Jesús y
no juzgar por tal o cuál condición a las personas que nos rodean. A través de
mensajes y acciones de solidaridad y empatía, acompañemos a quienes un día como
hoy unen sus esfuerzos para enfrentar al VIH. Estoy seguro de que Dios está con
nosotros en este empeño.
Oración: Dios
bueno y de misericordia, rogamos hoy por las personas que viven con VIH, que
los guardes de exclusiones que vejan; rogamos por nosotros, para que sepamos
vivir según Jesús tu hijo; rogamos por científicos de todo el mundo que buscan
la cura de esta enfermedad. Amén.
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