Friday, December 21
NEAR CHRISTMAS
1 CORINTHIANS 4:1-5
The Lord your God is with you, the
Mighty Warrior who saves. He will take great delight in you;
in his love he will no longer rebuke you
but will rejoice over you in singing.
Zephaniah 3:17 NIV
At Christmas, emotions are high. The year that is ending brings feelings. There is shopping, spending, enjoying, making
and receiving gifts. We spend money
looking for the happiness that in the end only will last until the opening of the
packages.
And here God is, as always, patiently
and silently observing how we use the freedom he gives us. Seeing how we run after the wind, hoping to
reach it. How about if we invite him to
share these weeks of Advent, of waiting?
We will be able to enjoy him as we
recognize him as part of our existence.
This God who is joyful with us, who laughs along with you, and with
me. Then many changes will come. We will have freedom to dream, to serve, to
love, to be. We throw off the chains that
bind our lives, those which weigh in the deepest part of our heart, leaving us
as slaves of the material things, of this life that does not permit us to laugh
and only invites us to compete. We will
change to enjoy some weeks of Advent differently, so that we might have a gift
of laughter with a boy when his parents arrive home, or the laughter of a girl at
play when she enjoys what she is doing.
How much do you live without enjoying what you do? Doesn’t it seem that this is the time for
changing that? A good aim in this time
of Advent.
Prayer: Many thanks I
give you, God, for allowing me to enjoy this season of Advent in a new
way. Allow it to not only be one more
thing to do, but let it be something special in my life of faith. In the name
of Jesus, Amen.
Translation by Deborah McEachran
CERCA DE LA NAVIDAD
1 CORINTIOS 4:1-5
El Señor tu Dios está en
medio de ti. ¡Él es poderoso y te salvara; el Señor estará contento de ti. Con
su amor te dará
nueva vida, en su alegría
cantará.
Sofonías 3:17
En Navidad, los sentimientos
están a flor de piel. El año que va pasando se hace sentir. Hay que comprar,
gastar, disfrutar, hacer y recibir regalos. Gastamos dinero buscando la
felicidad que finalmente durará lo que tardaremos en abrir los paquetes.
Y ahí está Él, esperando como
siempre, paciente y en silencio, observando cómo usamos la libertad que nos
dio. Viendo cómo corremos tras el viento, queriendo alcanzarlo. ¿Y si lo
invitamos a compartir estas semanas de Adviento, de espera?
Podremos disfrutarlo al
reconocerlo como parte de nuestra existencia. Ese Dios que goza con nosotros, que
ríe junto a ti, junto a mí. Entonces
muchos cambios vendrán. Tendremos libertad para soñar, servir, amar, ser.
Soltemos las cadenas que afligen nuestra existencia, aquello que pesa en lo más
profundo de nuestro corazón, dejemos de ser esclavos de lo material, de eso que
no nos permite sonreír y sólo nos invita a competir. Cambiemos para disfrutar
unas semanas de Adviento diferentes, para que tengamos el regalo de la risa de
un niño cuando sus padres llegan a casa, o la risa de una niña en su juego cuando
disfruta lo que hace. ¿Cuánto hace que vives sin disfrutar lo que haces? ¿No te
parece que es momento de cambiarlo? Buen propósito en este tiempo de Adviento.
Oración: Muchas gracias te doy
Dios, por permitirme nuevamente disfrutar de esta época de Navidad. Permite que
no sea sola una más, sino que sea algo especial en mi vida de fe. En el nombre de Jesús, amén.
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