Sunday, December 30
THE FATHER’S BLESSED ONES
MATTHEW
25: 34-40
The King will reply, “Truly I tell you,
whatever you did to one of the least of
these brothers and sisters of mine, you
did for me.”
Matthew 25:40 (NIV)
Recently I read something that a pastor
in the United States did in a church with thousands of members to which he was
going to be called as senior pastor.
One Sunday the man dressed as a beggar
and sat near the church door when the worshippers arrived. No one greeted him,
some didn’t even look at him, others frankly rejected the hand he extended to
them begging for aid. Finally he decided to go in. He walked down the center
aisle to the amazement of the thousands of worshippers, took off his disguise,
and took his place in the pulpit …
The morning’s sermon was based on the Matthew
text that is the basis for today’s meditation. One of the things he said was a
call for discipleship that was not church-centered, but human being-centered,
not defending the institution and the traditions or comforts, but getting dusty
and suffering with those who suffer. He called upon the congregation to be not
just “members” but true disciples. These, according to Jesus, are my father’s
true blessed ones.
Prayer: Lord,
as we approach the end of the year and start a new one, help us to reflect. Move
us out of our comfort zone to walk again with you, on the hard walks of life
where we are called to be salt and light. Amen.
Translation by
George Meek
BENDITOS DEL PADRE
MATEO 25:34-40
Respondiendo el Rey, les dirá: “De cierto os digo
que en cuanto lo
hicisteis a uno de estos
mis hermanos más
pequeños, a mí lo hicisteis”
Mateo 25:40
En días recientes leí
algo que realizó un pastor en los EE.UU. en una iglesia de miles de miembros a
la cual iba a ser llamado como pastor principal.
Este hombre se vistió
como un mendigo uno de los domingos y se sentó cercano a la puerta del templo
mientras llegaban los feligreses. Ninguno le saludó, algunos ni tan siquiera le
miraron, otros francamente rechazaron la mano que les tendía como pidiendo
alguna ayuda. Finalmente él mismo decidió entrar, caminó por el centro del
pasillo para asombro de los miles de congregados, y se quitó el disfraz para
ocupar su lugar en el púlpito…
El sermón de la mañana se
basó precisamente en el texto de Mateo que sirve de base a la meditación de
hoy. Entre las cosas que dijo este hombre hizo un llamado a la iglesia al
discipulado que no se centra en la iglesia sino en el ser humano, no en la
institución y la defensa de las estructuras y tradiciones o comodidades sino
que se empolva en el camino y sufre con el que padece. Su llamado en cuestión
fue a dejar de ser sencillamente “miembros” y convertirse en verdaderos
discípulos. Esos, acorde a Jesús, son los verdaderos “benditos de mi Padre”
Oración: Señor, el fin de un año y el
comienzo de otro que se acerca nos anima a reflexionar. Sácanos de nuestras
comodidades y confort, y lánzanos de nuevo a caminar contigo, Señor, por los
duros caminos de la vida, donde la necesidad nos llama a ser sal y luz. Amén.
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