Wednesday,
December 5
Celebration of the Mission of Guásimas
(Varadero)
I AM MY BROTHER’S KEEPER
JOHN 21:15-22
Jesus said to him, If it is my will that he remain until I
come, what is that to you?
Follow me!
John 21:22 (NRSV)
One evening at the Evangelical Theological Seminary in the
City of Matanzas, we were exchanging impressions about the reasons that had
driven us to dedicate ourselves to Christian ministry. One of the students
related his experience in the following way: “I was carefree. I didn’t know
anything, and I gave myself to an unbridled life. One day after a game of
football, the captain of my team invited me to a meeting. It was a program of a
society of Christian youth. I was greatly surprised to meet young people my age
dedicated to work with all enthusiasm in the Church, taking joy in singing and
praying together. The congregation received me lovingly and made me feel like
one of the flock. Since then I have not only become a disciple of Christ, but
also a preacher of his Holy Word.”
In today’s text, according to his questioning, the restless
Peter was concerned about the discipleship of John. The Master’s reply was not
long in coming. Following Jesus implies that we are concerned not only with our
own salvation but with that of others, whether on the sports field or in
Church, proclaiming the good news to others. Jesus wants us to bring him our
friend, and even our enemy without question.
Let’s ask ourselves: What do I do in the Lord’s name?
Prayer: Bestow your
spirit of evangelism on us, Lord, that there may be many who become part of
your fold. Help is to love others as you love us. Amen.
Translation by John
Potter
Celebración
de la ID de Guásimas (Varadero)
SOY GUARDA DE MI HERMANO
JUAN 21:15-22
Jesús le contestó: Si
quiero que él permanezca hasta que yo vuelva, qué te importa a ti? Tú sígueme.
Juan 21:22
Una noche en el
Seminario Evangélico de Teología de la Ciudad de Matanzas, estuvimos cambiando
impresiones acerca de las razones que nos impulsaron a dedicarnos al ministerio
cristiano. Uno de los estudiantes relató su experiencia en la forma siguiente: Vivía
despreocupado. Nada sabía y me entregué al desenfreno. Un día después de un
juego de football, el capitán de mi equipo me invitó a una reunión. Se trataba
de un programa de una sociedad de jóvenes cristianos. Me sorprendí mucho al
encontrar allí jóvenes de mi edad, dedicados a trabajar con todo entusiasmo en
la Iglesia, gozándose en cantar y orar juntos. La congregación me recibió con
cariño y me hizo sentirme como uno de la grey. Desde entonces no sólo he
llegado a ser discípulo de Cristo, sino también predicador de su Santa Palabra.
En el texto de hoy el
inquieto Pedro estaba preocupado por el discipulado de Juan, pero desde el
cuestionamiento. La respuesta del Maestro no se hace esperar. Seguir a Jesús
implica que nos preocupemos no sólo por nuestra propia salvación, sino por la
salvación de los demás. Ya sea en el campo deportivo o en la Iglesia,
anunciando a los demás las buenas nuevas. Dios quiere que traigamos a Él al
amigo y aun, si se quiere, al enemigo, sin cuestionamientos. Preguntémonos: ¿Qué
hago a nombre de mi Señor?
Oración: Dótanos Señor, con el
espíritu del evangelismo para que haya muchos que lleguen a formar parte de tu
redil. Ayúdanos a amar a los demás como tú nos amas. Amén.
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