Sunday, January 6, 2019

Sunday, January 6 FROM AFAR NEHEMIAH 12:27-42


Sunday, January 6

FROM AFAR

NEHEMIAH 12:27-42



Through him, then, let us continually offer a sacrifice of praise to God,

that is, the fruit of lips that confess his name.

Hebrews 13:15 (NRSV)

The Jews had become accustomed to seeing workers and watchmen on the walls of Jerusalem, but now Nehemiah and Ezra appointed people to worship on the new walls. They led a service of dedication with such enthusiasm that their voices and songs were heard “from afar”. They weren’t just professional musicians who voiced praise to God, but the women and the children also who joined together in the singing. All had heard the Word, (Neh. 12:43) and now it was only natural that they gave voice to their worship, because learning God’s Word and worshiping the Lord should go together.

Every Sunday in our Church a group of African youth who are studying in our country raise their voices in praise to the Lord. Such is the devotion and reverence of these brothers and sisters that all of us in the congregation feel inspired by their songs. Not just a few of us repeat the songs enjoying not only their voices, but also their joy and their dancing, feeling ourselves one in the Spirit with them who have come “from afar,” and together with us they are the people of God. It makes no difference from where our praise comes, from far or near, if our hearts are united in God, everyone will hear us.



Prayer: Lord, we pray for all the foreign youth who find themselves studying in our country; be with them in their studies and bless them in their lives. We pray in the name of our beloved Jesus. Amen.



 DESDE LEJOS

NEHEMIAS 12:27-42



Así que ofrezcamos continuamente a Dios, por medio

de Jesucristo, un sacrificio de alabanza, es decir,

el fruto de los labios que confiesan su nombre

Hebreros 13:15



Los judíos se habían acostumbrado a ver obreros y vigilantes en los muros de Jerusalén, pero ahora Nehemías y Esdras designaron personas que iban a adorar en los nuevos muros. Dirigieron un servicio de dedicación con tal entusiasmo que sus voces y cantos fueron oídos “desde lejos”. No fueron solamente los “músicos profesionales” los que expresaron la alabanza a Dios, sino que las mujeres y los niños también se unieron en los cantos. Todos habían escuchado la Palabra (Nehemías 12:43) y ahora era natural que expresaran su adoración, porque aprender la Palabra de Dios y adorar al Señor deben ir juntos.



En nuestra Iglesia cada domingo un grupo de jóvenes africanos que estudian en nuestro país, alzan sus voces en alabanza al Señor, es tal la devoción y reverencia de estos hermanos y hermanas que todos en la congregación nos sentimos inspirados con sus cantos y no somos pocos los que repetimos los estribillos disfrutando no solo de sus voces, sino de su alegría, de su baile, sintiéndonos uno solo en Espíritu con ellos que han venido “desde lejos” y ellos con nosotros en la familia que somos, el pueblo de Dios. No importa desde dónde alabemos, lejos o cerca, si nuestros corazones están unidos a Dios, todos nos escucharán.



Oración: Señor, te pedimos por todos los jóvenes extranjeros que se encuentran estudiando en nuestro país, acompáñalos en sus estudios, bendícelos en sus vidas. Por nuestro amado Jesús te lo pedimos. Amén. 


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