Tuesday, January 29, 2019

Tuesday, January 29 HAVING VISION NUMBERS 22: 21-34


Tuesday, January 29
HAVING VISION
NUMBERs 22: 21-34

The angel of the Lord asked him: “Why have you beaten your donkey these three tunes?
I have come here to oppose you because your path is a reckless one before me.”

Numbers 22:32 (NIV)

This passage from the Exodus is instructive in many senses. Today I want to explore its teachings about our care for animals.

Balaam’s violent reaction of beating his donkey sparked God’s anger. The donkey had better vision than its owner, because it recognized the angel of the Lord on the path. On more than one occasion in the city where I live, which has a number of horse carts, I have seen Balaam beating his animal. The looks of the horses who suffer the beatings seem to say, “And what did I do to you,” like the donkey in this story. The same thing happens in our whole country with caged wild birds, uncared-for pets, and mistreated hunting dogs… In the today’s passage God favors the donkey and disapproves of the owner. Today God is inviting us to reconsider our relationship with the animals around us, because we may be making the same mistake as Balaam.

Our sensitivity as human beings is empowered by the Gospel and this new world view includes all created beings. We should recognize that often the animals around us have a more harmonious relation to creation than we do. The invitation is like the one that Balaam got at the end of this story, to recognize our errors and change our behavior, particularly with respect to animals.

Prayer: Good God, protect the animals around us from all violence. May we open our hearts to them to protect them whenever needed. Amen.


Translation by George Meek


Tener visión
Números 22: 21-34
Entonces el ángel del Señor le dijo: “¿Por qué azotaste a tu asna tres veces? Como puedes ver, yo he salido dispuesto a
no dejarte seguir, porque tu camino me parece perverso”
Números 22:32
Este pasaje del Éxodo es ejemplar en muchos sentidos. En esta ocasión quisiera explorar las enseñanzas que nos deja a propósito del cuidado que debemos tener con los animales.

La reacción violenta de Balaam de azotar a su asna, desencadenó la ira de Dios. El asna tuvo mejor visión que su dueño, pues descubrió al ángel del Señor en el camino. En más de una ocasión en la ciudad donde vivo, que se caracteriza por la gran cantidad de coches de caballos, encuentro a Balaam azotando a su bestia. Las miradas de los caballos violentados por los fuertes golpes son como si dijeran “¿y yo qué te he hecho?” como el asno de esta historia. Lo mismo ocurre en todo nuestro país con aves silvestres enjauladas, mascotas descuidadas, animales de tiro maltratados… En el pasaje leído Dios favorece al asna y desaprueba al dueño. Hoy también Dios nos invita a revisar cómo establecemos nuestra relación con los animales que nos rodean, pues también pudiéramos estar transitando un camino errado como Balaam.

Nuestra sensibilidad como seres humanos se potencia a través del Evangelio, y esta nueva mirada al mundo incluye a todos los seres creados. Reconozcamos que en muchas ocasiones los animales que nos rodean tienen una relación más armónica con la creación que nosotros mismos. La invitación es que, como Balaam al final de este relato, podamos reconocer nuestros errores y rectificar nuestro camino, en particular en lo que respecta al cuidado de los animales.

Oración: Dios bueno, guarda a los animales que nos rodean de toda violencia. Permite que abramos nuestros corazones también para ellos, para protegerlos según necesiten. Amén.


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