Thursday,
January 3
WHY IS THE HOUSE OF GOD ABANDONED?
NEHEMIAH 13:6-11
Do you not know that you are God's temple?
And that God's Spirit dwells in you?
1 Corinthians 3:16 (NRSV)
The people of God had abandoned Jerusalem, its walls were
destroyed, the house of God was abandoned, all the utensils of worship removed,
the offerings and tithes had been removed, even those who worshiped the Lord
had left. When the Prophet Nehemiah came from Babylon to Jerusalem and saw
that, he was alarmed and grieved greatly. Reprimanding the officials, he asked
them: Why is the house of God abandoned?
We are God’s temple, and we often neglect that temple with
our faithlessness, bitterness, and anger. What’s going on when we come into the
Church with the appearance that everything is fine in our Christian life, when
it isn’t so? How often are we stagnant spiritually? We recognize ourselves as Christians,
as followers of Jesus, but we are not alarmed by those areas of our lives that
need spiritual renewal, areas which can be cracked and even broken.
Surrendering our lives to God with devotion and recognizing
the spiritual need of returning again and again to the Father in the love of
his Son and with the strengthening of the Holy Spirit is basic to our spiritual
growth and the constant reconstruction of our temple. Like Nehemiah, let’s
examine ourselves in the light of God’s Word and clean and discard whatever
does not serve, rebuilding our temple in obedience to the Lord.
Prayer: Lord, forgive us
for not constantly watching over and caring for our relationship with you. Let
us get closer and closer to you, renewing ourselves in your precious love and
pardon. Amen.
Translation by John Potter
¿POR QUÉ ESTÁ LA CASA DE
DIOS ABANDONADA?
NEHEMÍAS 13:6-11
No sabéis que sois
templo de Dios
y que el Espíritu de
Dios habita en vosotros?
1 Corintios 3:16
El pueblo de Dios había
abandonado Jerusalén, sus muros estaban destruidos, la casa de Dios estaba
abandonada, todos los utensilios de adoración habían sido quitados, las
ofrendas y diezmos no estaban, incluso los adoradores del Señor se habían
marchado. Cuando el Profeta Nehemías vino de Babilonia a Jerusalén y vio
aquello se alarmó, se dolió en gran manera, reprendiendo a los oficiales, y
preguntándoles: ¿Por qué está la casa de Dios abandonada?
Nosotros somos el templo
de Dios y son muchas las veces que nosotros descuidamos este templo, con
nuestras desesperanzas, amarguras y rencores. ¿Qué sucede cuando domingo tras
domingo venimos a la Iglesia, aparentando que todo anda bien en nuestra vida cristiana
y no es así? ¿Cuántas veces estamos estancados espiritualmente? Nos reconocemos
cristianos, seguidores de Jesús, pero no nos alarmamos por esas áreas de
nuestra vida que necesitan renovación espiritual, áreas que pueden estar
agrietadas, e incluso destruidas.
Rendir nuestras vidas a
Dios con devoción y reconocer la necesidad espiritual de volvernos una y otra
vez al Padre, en el amor de su Hijo y con la fortaleza del Espíritu Santo, es
fundamental en nuestro crecimiento espiritual, en la reconstrucción constante
de nuestro templo. Como el profeta Nehemías examinémonos a la luz de la Palabra
de Dios y limpiemos y botemos lo que no sirve, reconstruyendo en la obediencia
al Señor nuestro templo.
Oración: Perdónanos Señor por no
velar y cuidar nuestra relación contigo constantemente, permítenos acercarnos
cada vez más a ti renovándonos en tu precioso amor y perdón. Amén.
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