Friday, April 19
Good Friday
FOR YOU AND FOR ME
HEBREWS 5:7-9
No one has greater
love than to give up one’s life
for one’s friends.
John 15:13 (CEB)
Good Friday reminds us of a difficult fact
for humans to accept. Although it is repeated again each year that it was
necessary for Jesus Christ to pass through the cruel punishment and sufferings
in order for the final glory of God to be manifest, we have to recognize that,
even it is a painful experience, it is full of hope and surrounded by a reason
to be thankful. As the apostle Paul says I live by faith, indeed, by
the faithfulness of God’s Son, who loved me and gave himself for me.
(Gal. 2:20b) Yes, this is how you are thinking now; what we
remember today is what happened for you and for me. For you and for me
only the Lord would have preferred the pain of the cross.
Holy Week has a reason to be in you and in
me, on our behalf the tremendous folly of the Cross was completed.
Jesus Christ passed through the most bitter human experiences, his
sufferings gave him the perfect ability to be our Savior and Redeemer. With his holy obedience he repaired our
disobedience. With his humiliation he repaired our pride. He, despite
being the Son, learned to obey while suffering.
With a mixture of sadness and gratitude we mark this day of The One who although
he was God…humbled himself in obedience to God and died on a cross.
Prayer: Lord, may my life
and testimony be for you a strong demonstration that your sacrifice was not in
vain. Amen.
Translated by Deborah McEachran
Viernes
Santo
POR TI Y
POR MÍ
HEBREOS 5:7-9
No hay
amor más grande que el dar la vida por los amigos.
Juan 15:13
El
Viernes Santo nos recuerda un hecho difícil de aceptar para la sensibilidad
humana. Aunque cada año se repite una y otra vez que fue necesario que
Jesucristo pasara por aquellos crueles padecimientos y sufrimientos para que
finalmente la gloria de Dios se manifestara, hay que reconocer que, aun
tratándose de una experiencia dolorosa, está impregnada de esperanza y encierra
una razón para dar gracias. Como diría el apóstol Pablo: Confío en el Hijo
de Dios, quien me amó y se entregó a sí mismo por mí (Gl 2:20). Sí,
asimismo como estás pensando ahora; lo que un día como hoy recordamos ocurrió
por ti y por mí. Por ti y por mí solo el Señor habría preferido el dolor de la
Cruz. La Semana Santa tiene su razón de ser en ti y en mí, pues por nosotros
fue posible la tremenda locura de la Cruz. Jesucristo atravesó por las
experiencias humanas más amargas, sus padecimientos y sufrimientos lo
capacitaron perfectamente para llegar a ser nuestro Salvador y Redentor. Con su
santísima obediencia reparó nuestras deslealtades. Con su humillación reparó
nuestro orgullo. Él, a pesar de ser Hijo, aprendió, sufriendo, a obedecer. Con
una mezcla de tristeza y gratitud guardemos este día de Aquél que, aunque
era Dios… se humilló a sí mismo en obediencia a Dios y murió en una cruz
Oración.
Señor, que mi vida y testimonio sean para ti la demostración firme de que tu
sacrificio no fue en vano. Amén.
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