Saturday, April 20, 2019

Saturday, April 20 Holy Saturday THE TOMB IS SEALED JOHN 19:38-42


Saturday, April 20
Holy Saturday

THE TOMB IS SEALED
JOHN 19:38-42

When they finished doing everything that had been written about him,
 they took him down from the cross and laid him in a tomb.  
Acts 13:29 (CEB)

This Saturday is the emptiest of days.  The body of God rests in peace.  Today is the day that Jesus is in the tomb.  His body, cold and full of wounds, is in the silent darkness.  He is alone, not even accompanied by his mother.  All has finished.  Yes, Jesus has died, but in order to give us life.

Love never fails.  Today requires solemnity.  The Evangelist tells us that it was two brave men who took care of the body of Jesus. One was Joseph of Arimathea--a rich man involved in politics.  He remained in anonymity when the Lord was praised.  Now in these very difficult moments, he appears. The other is Nicodemus who appears right now, when he is most needed, when confusion reigns.  He was the same one who came to see Jesus at night, for fear of political reprisals.  But now he is not afraid that they see him.  He arrived bringing a mix of myrrh and aloe.  We must give thanks for the help of these two men!

God speaks to us with his dead body. What does the Lord want to say to me with his death?
Although the whole world abandons you:  I will serve you, Lord!

Prayer:  O God, forgive my cowardice in leaving you alone when you most need me.  Give me courage and strength to not abandon you.  Amen.  

Translated by Deborah McEachran


Sábado Santo

LA TUMBA LO ENCERRÓ
JUAN  19:38-42

Una vez que llevaron a cabo todo lo que las profecías decían acerca de él, lo bajaron de la cruz y lo pusieron en una tumba

Hechos 13:29

Este sábado es el más vacío. El cuerpo de Dios descansa en paz. Hoy es el día en el que Jesús está en el sepulcro. Su cuerpo, frío y lleno de heridas, está a oscuras y en silencio. Está solo, ni siquiera le acompaña su madre. Todo ha terminado. Sí, Jesús ha muerto, pero para darnos vida.

El Amor nunca fracasa. Hoy es un día para corresponder en serio. Nos dice el Evangelio que hubo dos hombres valientes que se ocuparon del cuerpo de Jesús. Uno era José de Arimatea. Hombre rico y metido en política. Permaneció en el anonimato cuando el Señor fue aclamado. Ahora en estos momentos tan duros, aparece. El otro es Nicodemo que se presenta justo ahora, cuando más hace falta, cuando reina el desconcierto. Era el mismo que acudía a ver a Jesús de noche, por miedo a represalias políticas. Pero ya no tiene miedo a que le vean. Llegó trayendo una mezcla de mirra y aloe. ¡Cuánto agradecemos la ayuda de estos dos hombres!

Dios nos habla con su cuerpo muerto. ¿Qué me querrá decir el Señor con su muerte?
Aunque todo el mundo te abandone: yo te serviré, Señor.

Oración. Oh Dios, perdona mi cobardía al dejarte solo cuando más me necesitas. Dame valor y fortaleza para no abandonarte. Amén.


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