Sunday, April 7
SEEK FIRST THE KINGDOM OF HEAVEN
MATTHEW 10:17-24
A disciple is not above the teacher, nor a slave above
the master;
Matthew
10:24 (NRSV)
I remember once when a classmate told me, “I
only trust material goods.” Then I thought of all of us who say that we are Christians,
those who for years have worked
diligently in the Church, those who well know the commandments and who
nonetheless often attribute more importance to the material life than the
spiritual one. What can we say when the Lord calls us saying, “Leave
everything, the easy life, the life without sacrifice, take up your cross and
trust me more?”
Do we often perhaps behave like the rich
young man? Do we go with head hung, sad,
rich in goods but poor in spirit? Do we not often act worse than other people
who are not Christians, making ourselves comfortable in our daily lives?
Christ challenges us. We know that the life
he asks us to live isn’t easy; we know that his cross is not light. To the
contrary, it is a very heavy cross. He speaks to us every day as to the rich
young man. He daily urges greater faith in God. It is up to us to accept that, to be able to show vividly that
our primary affection is not for the goods of the earth but faith in the
abundant life that Jesus promised us. This faith is what allows us to serve God
and to collaborate in the building of God’s kingdom. It demands a lot, but it gives us a lot. Let’s give our lives as
a living sacrifice.
Prayer: Good
and gracious God, open our eyes to see how great your power and the care are
you take for us. Amen.
Translated by John Potter
BUSCAD
PRIMERAMENTE EL REINO DE DIOS MATEO 10:17-24
El discípulo no es más que
su maestro; ni el siervo más que su señor.
Mateo 10:24
Recuerdo que en una ocasión un
compañero de clases me dijo: “Yo solo confío en los bienes materiales”. En ese
momento pensé en todos los que decimos que somos cristianos, en los que por
años hemos asistido religiosamente a la Iglesia, en aquellos que nos sabemos
muy bien los mandamientos y que, sin embargo, muchas veces le damos más
importancia a la vida material que a la vida espiritual. ¿Qué hacemos cuando el
Señor llama y nos dice: Deja todo, la
vida fácil, la vida sin sacrificio, toma tu cruz y confía más en mí?
¿Acaso muchas veces no hacemos como
el joven rico, nos vamos con la cabeza baja, tristes, ricos materialmente, pero
pobres en espíritu? ¿Acaso muchas veces no actuamos peor que otras personas que
no son cristianas acomodándonos en nuestra vida diaria?
Cristo nos reta. Sabemos que la vida
que Él nos pide que llevemos no es fácil, sabemos que su cruz no es liviana;
todo lo contrario, es una cruz muy pesada. Él nos dice todos los días como al
joven rico. Él nos pide a diario más confianza en Dios. Está en nosotros el
aceptar eso, en poder mostrar vivamente que nuestro primer amor no son los
bienes de la tierra, sino la confianza en la vida abundante que Jesús nos
prometió. Esa confianza es la que nos permite servir a Dios y colaborar en la
construcción de su reino. Él demanda mucho, pero nos da mucho. Entreguemos
nuestras vidas en sacrificio vivo.
Oración: Dios
bueno, abre nuestros ojos para que podamos ver cuán grande es tu poder y el
cuidado que tienes de nosotros. Amén.
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