Friday, August 15, 2014

Friday, August 15 WITH US, GOD 2 CORINTHIANS 12:7-10

Friday,  August 15
WITH US, GOD

2 CORINTHIANS 12:7-10
“For when I am weak, then I am strong.”
2 Corinthians 12:10
There is a Church in a small town in France which is visited very frequently by people seeking to be miraculously healed.  History tells us that a World War II veteran, who had had a leg amputated, appeared there one day.  As he was dragging himself to the chapel, a spectator exclaimed: “The poor man, does he think that God will restore his leg?”  When the veteran heard this, he replied: “No, sir, I am not hoping that God will restore my leg.  I am going to pray that He will help me to live without it.”

God does not always grant us everything we want. He does not free us from all the problems and pains that we have on this earth.  He promises, however, to give us the strength to overcome in times of testing. For Jesus died for us and resurrected in order to guide us and to strengthen us.  The Apostle Paul wrote that the grace of God was sufficient for all his needs; that His power was made perfect in weakness.  Paul’s strength, and that of a disabled person, and our own, comes from the hand of our Heavenly Father, who through Moses says:   “The Lord your God is the one who goes with you; He will neither leave nor forsake you”.

Prayer: Eternal Father, give me strength at all times, and especially when I am weak. Amen.
CON NOSOTROS, DIOS

2 CORINTIOS 12:7-10
“Cuando soy débil, entonces soy fuerte”
2 Corintios 12:10
En un pequeño pueblo en Francia hay una Iglesia muy visitada por personas que buscan milagros de sanidad. La historia dice que un veterano de la 2da Guerra Mundial, al que le habían amputado una pierna, apareció allí un día. Mientras se arrastraba a la ermita, un espectador exclamó: “Pobre hombre, ¿piensa él que Dios le devolverá la pierna?” El veterano al oírlo respondió: “No, señor, no espero que Dios me devuelva la pierna. Voy a orar para que Él me ayude a vivir sin ella”
Dios no siempre nos da todo lo que queremos. Él no nos libera de todos los problemas y dolores que tenemos en esta tierra. Sin embargo, promete darnos fuerzas para sobrepasar los tiempos de prueba. Porque Jesucristo murió y resucitó por nosotros para guiarnos y hacernos fuertes. El Apóstol Pablo escribió que la gracia de Dios era suficiente para todas sus necesidades, que su poder fue hecho perfecto en la debilidad. La fortaleza de Pablo, la de la persona con discapacidad, y la nuestra propia, viene de la mano de nuestro Padre Celestial, que dice a través de Moisés: “El Señor tu Dios es el que va contigo, no te dejará ni te desamparará”.

Oración: Padre eterno, dame fortaleza en todo tiempo, especialmente cuando soy débil.   Amén.

 




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