Friday, August 22
THE GATE AND HIS MESSAGE
JOHN
10:1-10
“I am the gate for the sheep.”
John 10:7
The Lord himself told the incredulous
Pharisees: “I am the gate.” By that He meant that He is the entrance-way that allows us to pass through the impenetrable wall of malice that separates
us from God. He is the Priest, the
Sacrifice and the Altar. He, through his
redemptive work on the cross, made possible the reconciliation between God and
humanity. Through him alone we are made
new creatures.
He is the gate, the gate of salvation
entirely open, as He invites us: “Come to me, all you who are weary and
burdened” and promises: “He
who comes to me will not be rejected”.
There exists no force that can close it, be
it that of a powerful priest or that of a political dictator; no one. If you
break your chains free of evil and place yourself in his hands, you can live
confident in the truth expressed by the verses of this hymn:
The hand of God acts in our world
With grace and with power;
The Church should see; the great act
Of the powerful hand of God.
The gate is open. Aren’t you tired of the
burden, of the guilt, of the discouragement, of the useless struggle?
Prayer: Lord Jesus
Christ, grant that your gate of salvation always be open for us. Thank you.
Amen.
LA PUERTA Y SU MENSAJE
JUAN 10:1-10
“Yo soy la puerta de las
ovejas”
Juan 10:7
El mismo
Señor dijo a los fariseos incrédulos: “Yo soy la puerta”. Quería decir
que Él es la entrada por la que se puede traspasar la impenetrable muralla del
mal que nos separa de Dios. Él es el Sacerdote, Sacrificio y Altar. Él, por su
obra redentora en la cruz, hizo posible la reconciliación entre Dios y la
humanidad. Solamente por Él podemos ser nuevas criaturas.
Él es la puerta, la
puerta de la salvación enteramente abierta, pues Él invita: “Venid a mí
todos los que estén trabajados y cargados” y promete: “Al que a mí
viene no le echo fuera”.
No hay fuerza que pueda
cerrarla, ya sea la de un potentado eclesiástico o la de un dictador
político; nadie, si tú rompes tus
ataduras con el mal y te colocas en sus manos, puedes vivir confiado en la
verdad que expresan los versos de este himno:
La mano de Dios en
nuestro mundo está
actuando con gracia y con
poder;
La Iglesia debe ver, el
gran acontecer
de la poderosa mano de
Dios.
La puerta está abierta.
¿No estás fatigado de la carga, de la culpa, del desaliento, de la lucha
inútil?
Oración: Señor Jesucristo, que tu
puerta de salvación esté abierta siempre para nosotros. Gracias. Amén.
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