Wednesday, August
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THE VALUE OF SILENCE
1 KINGS 19:9-13
“After leaving them, he went up on a
mountainside to pray.”
Mark 6:46
We live in a very noisy world. Some of my neighbors make me listen to their
favorite music every day; quite a few people on the street include me in on
their conversations or suddenly scream some not always pleasant phrase practically
in my ear. The drivers of any kind of rented car play their music at such a
high volume that our trip becomes a true hell, where the final purpose of the
journey cannot even be announced. In short, for a long time I yearned for that
peaceful whisper, that pleasant space where noise would not contaminate my
ears. And then I began to participate in the Taizé worship services organized
by the young people in my Church: a space for meditation, for silent prayer,
for meeting with God.
I invite you today to value the worth of
silence and I encourage you to make more use of it in our liturgies or times of
prayer. Let us make silence and listen
only to the voice of God. Let us allow
silence to fill our hearts.
Prayer: Our God, help us to listen to you in the
midst of silence. We know that all of
the noise in the world cannot silence your voice. We wish to live a life of prayer and for our
hearts to discover your voice in the midst of silence.
EL VALOR DEL SILENCIO
1 REYES 19:9-13
“Y después que los
despidió, se fue al monte a orar.”
Marcos 6:46
Vivimos
en un mundo muy ruidoso. Algunos de mis vecinos me obligan cada día a escuchar
su música favorita, no pocas personas en la calle me dan cabida en sus
conversaciones o repentinamente gritan
casi en mi oído una frase no siempre agradable. Los choferes de cualquier auto
de alquiler con el alto volumen de su música, convierten en ocasiones nuestro
viaje en un verdadero infierno, donde no se puede ni siquiera anunciar la meta
final de la travesía. En fin, que anhelé por mucho tiempo ese silbo apacible, ese espacio agradable
donde el ruido no contaminara mis oídos. Hasta que comencé a participar de los
cultos de Taizé que preparaban los jóvenes de mi Iglesia, un espacio para la
meditación, el silencio orante, el encuentro con Dios. En este día les invito a
valorar el valor del silencio y les animo a hacer más uso de él en nuestras
liturgias o momentos de oración. Hagamos silencio y escuchemos solo la voz de
Dios. Dejemos que el silencio desborde el corazón.
Oración: Dios nuestro, ayúdanos
a escucharte en medio de silencio. Sabemos que todos los gritos de este mundo
no pueden acallar tu voz. Queremos vivir una vida de oración y poner nuestro
corazón al descubierto en medio del silencio.
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