Monday, October 26, 2015

Monday, October 26 LEARN TO EDUCATE Ephesians 6:1-4

Monday, October 26
LEARN TO EDUCATE
Ephesians 6:1-4

“Teach the child the way he should go,
even when he is old he will not depart from it. ”

Proverbs 22:6

Last week my husband and I were studying this passage from the Book of Ephesians in our church’s Bible study. As we are parents of two small sons, what we discussed was very useful in relation to the responsibility of our sons’ education. 

There were problems with childhood education in Paul’s time as well. The expression “Don’t exasperate your sons” (verse 4) gives testimony to parents easily using their authority unwisely. Whether it be by being demanding or irritating, or doing unreasonable things, they don’t take the immaturity of the children into account. Or of going to extremes of harshness and cruelty on the one hand, or of practicing favoritisms and indulgent excesses on the other. Or humiliating and invalidating them. All those things can provoke anger and resentment in children.

If we took anything away from the Bible study it is the tremendous importance of education that’s acquired at home, a non-transferable duty. At church and at school we can delegate part of education, but without renouncing our obligation.

Our concern as parents isn’t only that the children submit to our authority, rather that through that submission they come to know and obey the Lord as well.

Prayer: Give me the capacity to educate my sons by example and wisdom. 


Translated by John Walter

APRENDER A EDUCAR
Efesios 6:1-4

“Enseña al niño a seguir fielmente su camino,
y aunque llegue a anciano no se apartará de él”

Proverbios 22:6

La semana anterior mi esposo y yo estudiábamos este pasaje del libro de Efesios en el estudio bíblico de nuestra iglesia. Como padres que somos de dos hijos pequeños fue muy útil lo que allí discutimos en relación con la responsabilidad de la enseñanza de los hijos.

En tiempos de Pablo también había problemas con la enseñanza de los hijos. La expresión: “no exasperen a sus hijos” (v. 4), pone en evidencia que los padres pueden fácilmente utilizar mal su autoridad, ya sea exigiendo cosas irritantes o irrazonables que no toman en cuenta la inmadurez de los niños o yendo a extremos de dureza y crueldad por un lado, y favoritismos y excesos indulgentes por el otro; o humillándolos y anulándolos. Todas estas cosas pueden provocar enojo y resentimiento en los hijos.

Si algo nos quedó claro en el estudio bíblico es la tremenda importancia que tiene la educación que se adquiere en el hogar, responsabilidad que no es transferible. En la iglesia y la escuela podemos delegar parte de la educación, pero sin renunciar a nuestra obligación.

Como padres, nuestra preocupación no es solo que los hijos se sometan a nuestra autoridad, sino también que, a través de esta, lleguen a conocer y obedecer al Señor.


Oración: Capacítame para educar con ejemplo y sabiduría a mis hijos.



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