Tuesday, October 20
JONAH'S ANGER
Jonah 4
“...the
Lord is all compassion and mercy.”
James 5:11
Across the history of salvation we find a
multitude of characters who, after being commended by God for some mission,
began to doubt and even to categorically deny, as is the case with Jonas.
It’s certain that sometimes we don’t completely
understand what God’s will for us is, or where it is he wants to direct us; and
on occasion it may even be that we disagree with his objectives. But we will
have to have the necessary humility and courage, in such a way that we can say,
as the Master in Gethsemane did, “…yet
not as I will, but as you will.”
Something similar happens when we refer to
repentance and its consequent forgiveness, to the love and grace of God. It’s
difficult to accept that someone who before had a reprehensible attitude now
may be part of our community, and can manifest testimony of God’s love and
grace. We think they’re not sufficiently “good” to be worthy of such privileges,
and so we become angry with God. Look out! This was exactly Jonah’s attitude
when he tried to flee from God in order not to show his call of forgiveness and
love to the city of Nineveh.
We should love and forgive to the same measure
that we want to be loved and forgiven. Jonah, although nonconformist, had to
recognize that God was a compassionate God, clement and kind.
Prayer: Lord,
increase my capacity of love and forgiveness. Don’t permit me to underestimate
your power and grace.
Translated
by John Walter
EL ENOJO DE
JONÁS
Jonás 4
“...el Señor es todo compasión y misericordia.”
Santiago 5:11
A
través de la historia de la salvación encontramos multitud de personajes que,
tras ser encomendados por Dios para alguna misión, dudaron y hasta se negaron
rotundamente, como es el caso de Jonás.
Cierto
es que algunas veces no comprendemos del todo cuál es la voluntad de Dios o
hacia dónde nos quiere dirigir; en ocasiones hasta puede que no estemos de
acuerdo con lo que dispone, pero hemos de tener la humildad y el valor
necesarios, de tal manera que podamos decir como el Maestro en Getsemaní: “…Señor,
que no se haga mi voluntad , sino lo que quieres tú”.
Algo
parecido sucede cuando nos referimos al arrepentimiento y su consiguiente
perdón, al amor y la gracia de Dios. Nos cuesta trabajo aceptar que alguien
que, antes tuvo una actitud reprobable, ahora sea parte de nuestra comunidad, y
pueda manifestar el testimonio del amor y la gracia de Dios. Pensamos que no
son lo suficientemente “buenos” para merecer tales privilegios y por tanto, nos
enfadamos con Dios. ¡Cuidado! Esa misma fue la actitud de Jonás, cuando trató
de huir de Dios para no manifestarle su llamado de perdón y amor a la ciudad de
Nínive.
Debemos
amar y perdonar en la misma medida que queremos ser amados y perdonados. Jonás
aunque inconforme, hubo de reconocer que Dios era un Dios compasivo, clemente y
piadoso.
Oración: Señor, aumenta mi capacidad de amar y perdonar. No
permitas que subestime tu poder y tu gracia.
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