Wednesday, October 7
GRUMBLING
Numbers
14:20-30
“How long
will this wicked community grumble against me?”
Numbers 14:27
The Israelites rebelled against God. They
grumbled against Moses and Aaron. “If only we had died in Egypt or in this
desert!” they said one to another, “Why
is the Lord bringing us to this land?”
In the long journey through the desert toward
the Promised Land, Israel had had profound experiences, and had discovered
truths that seemed impossible to forget.
The people learned of the existence of a God who was with them in order
to guide them and free them from danger; but Israel was also conscious of its sin
and hardness of heart. Throughout the pilgrimage through the desert, there was
frequent discontent and grumbling. In spite of their past experiences, they
doubted God’s presence.
The experience of the Israelites can be seen
today as well among ourselves. We seek
the new, we want change; but changes are hard, costly, and do not come about in
one day or even in one year. And because
they are costly, many of us become discouraged.
We lose hope and begin to grumble and to complain with great
pessimism. Then comes doubt and we begin
to doubt even God Himself.
Let us not remain in a state of annoying
grumbling. If we feel that our faith is weakening today, let us say to God: “Lord, increase our faith.”
Prayer: Free me from the bad habit of complaining and grumbling about everything
and everyone. Teach me to trust in your
power, even in the midst of trials.
MURMURANDO
Números 14:20-30
“¿Hasta cuándo oiré las murmuraciones de
esta depravada multitud contra mí?”
Números 17:27
Los
israelitas se rebelan contra Dios. Hablan mal de Moisés y Aarón. “Ojalá
hubiéramos muerto en Egipto o aquí en el desierto”, se decían unos a
otros, “¿Para qué nos trajo el Señor
a este país?”
En
la larga travesía por el desierto hacia la tierra prometida, Israel ha tenido
experiencias profundas, y ha descubierto verdades que parecían imposible
olvidar. Supo de la existencia de un Dios que estaba con él para guiarlo y
librarlo de los peligros; pero Israel también era consciente de su pecado y
dureza de corazón. Durante la peregrinación por el desierto, era frecuente el
descontento y la murmuración. A pesar de las experiencias vividas en el pasado,
dudaban de la presencia de Dios.
La
experiencia del pueblo de Israel se repite también hoy entre nosotros. Buscamos
lo nuevo, queremos el cambio; pero los cambios son duros, cuestan, esto no es
tarea de un solo día ni de un año. Y porque cuestan muchos nos desanimamos,
perdemos la esperanza y empezamos a murmurar y a quejarnos con gran pesimismo.
Entonces viene la duda y dudamos hasta del mismo Dios.
No
nos quedemos en la murmuración fastidiosa. Si hoy sentimos que nuestra fe es
débil digámosle a Dios: “Señor, auméntanos la fe”.
Oración: Líbrame del mal hábito de
quejarme y murmurar de todo y de todos. Enséñame a confiar en tu poder, aun en
medio de la prueba.
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