April 11, Monday
FEAR & FAITH
PSALM 27:1-6
“The Lord is my light
and my salvation –
Whom shall I fear?”
Psalm 27:1
Fear makes us lose vitality and is the cause
of many nervous disorders.
Recent investigations have demonstrated that
many of our infirmities and symptoms are based on states of mind which express
themselves in our bodies in a particular way. Fear is one of the mental states
that provoke great chaos in human bodies. Therefore it’s not strange that
people who live in a state of fear never feel well. I remember that in a past
stage of my life, fear invaded me constantly, and a friend offered me the
following words that I now share with you:
“Many believe themselves to live, when in
reality they don’t live. They fear the responsibilities, quarrels, and risky
ventures life offers them. They fear sickness, poverty, loss of comfort; they
fear danger and the passion of sacrifice. They come to be frightened of the
exaltation of a pure and noble love; they fear social change. They don’t dare
to venture into life’s deep waters. They fear this world, and even more, they
fear the after-life. With such an attitude no one can even remotely feel
well.”
Fear makes any enjoyment of life impossible.
Nevertheless, faith can help us to fight against the misfortunes that present
themselves to us in gigantic proportions, or it can give us the strength to
move mountains that hinder our harmonious relationship with God. The human
being possessed of faith can feel deep joy during the most disastrous
circumstances, but the fearful person will be cheerless under the same skies.
Prayer: Help us, Lord. Give us faith to reject fear. Amen.
Translated by
John Walter
EL TEMOR Y LA
FE
SALMO 27:1-6
“Jehová es mi
luz y mi salvación. ¿De quién temeré?”
Salmo 27:1
El temor nos hace perder la
vitalidad y es causa de muchos desórdenes nerviosos.
Investigaciones recientes han
demostrado que muchas de nuestras enfermedades y síntomas tienen su base en
estados de la mente que se expresan en nuestro cuerpo de manera
particular. Uno de esos estados mentales
que provocan grandes caos en el cuerpo humano es el temor. No es de extrañar, por tanto, que las personas
que siempre están temerosas nunca se sientan bien. Recuerdo que en una etapa de mi vida pasada,
me invadía un constante temor y un amigo me facilitó las siguientes palabras
que ahora comparto con ustedes:
“Muchos creen vivir cuando en
verdad no viven. Temen las responsabilidades, luchas, aventuras, no sin riesgo,
que la vida les ofrece. Temen la enfermedad, temen la pobreza, temen perder la
comodidad, temen el peligro, temen la pasión del sacrificio. Llegan a asustarse
de la exaltación de un puro y noble amor, temen un cambio social. No se
atreven a dar una zambullida en los
bajos fondos de la vida. Temen a este
mundo y todavía más al de ultratumba. En tal actitud nadie puede, en modo
seguro, sentirse bien”.
El miedo hace imposible todo
goce de la vida. Sin embargo la fe puede ayudarnos a luchar contra las
desgracias que se nos presentan en forma de gigantes, o darnos las fuerzas para
trasladar montes que obstaculizan nuestra relación armónica con Dios. El ser
humano de fe puede sentir hondo gozo en las circunstancias más desastrosas,
pero la persona temerosa sería infeliz en los propios cielos.
Oración: Señor,
ayúdanos, danos fe para echar fuera de nosotros el miedo. Amén.
No comments:
Post a Comment