April 13, Wednesday
Anniversary of UNMPRC
SERVICE AND HOPE
I THESSALONIANS 1: 2-10
“For they themselves report what kind of
reception you gave us.
They tell how you turned to God from idols to
serve the living and true God,
and to wait for his Son from heaven, whom he
raised from the dead – Jesus,
who rescues us from the coming wrath.”
I Thessalonians 1:9-10
The
Christians of Thessalonica had only been converted for a short time, but the
Apostle eulogized them. He testified to their work of love and of their
constancy in hope. The whole region had heard it about them. Everyone knew that
these people were busy serving God and awaiting Jesus’ return after having
turned their backs on the idols who had previously directed their lives.
Service and hope form
an inseparable part of the believer’s life. One is indispensable to the other. We can only serve the Lord in a manner
pleasing to him if we hope for the definitive establishment of his kingdom. But
our hope needs to be active, since we know very well that our spirit and hearts
cannot remain empty.
Let us get up every
morning thinking about what we are charged with doing to be faithful
collaborators of that kingdom that has already begun among us. This thought will
sustain and motivate us in all our daily tasks. We will then not want to waste
time, but rather use it to do all the work that pleases God.
Prayer: My good God, help
me to always be willing to work for you and for your Kingdom. In Jesus’ name.
Amen.
Translated
by John Walter
Aniversario
de la UNMPRC
SERVIR Y ESPERAR
I TESALONISENSES 1: 2-10
“Ellos mismos cuentan de nosotros,
cómo nos recibisteis
y cómo os convertisteis de los ídolos
a Dios, para servir
al Dios vivo y verdadero, y esperar de
los cielos a su Hijo,
al cual resucitó de los muertos,
a Jesús,
quien
nos libra de la ira venidera”
I Tesalonicenses 1:9-10
Los
cristianos de Tesalónica se había convertido hacía poco tiempo, pero el Apóstol
los elogió. Testificó de su trabajo de amor y de su constancia en la esperanza.
Toda la región había oído hablar de ello. Todos sabían que esas personas,
después de haber dado la espalda a los ídolos que antes dirigían sus vidas,
estaban ocupadas en servir a Dios y esperaban el regreso de Jesucristo.
Servir
y esperar forman parte inseparable de la vida del creyente Lo uno no puede ir
sin lo otro. Sólo podemos servir al Señor de una manera que le agrade, si
esperamos la instauración definitiva de su reino. Pero nuestra espera tiene que
ser activa, pues sabemos muy bien que nuestro espíritu y nuestro corazón no
pueden permanecer vacíos. Levantémonos cada mañana pensando qué nos toca hacer
para ser fieles colaboradores de ese reino que ya se ha inaugurado entre
nosotros. Este pensamiento nos sostendrá y nos motivará en todas nuestras
ocupaciones diarias. Entonces desearemos no malgastar el tiempo y emplearlo en
toda aquella obra que agrada a Dios.
Oración: Mi buen Dios, ayúdame a estar siempre dispuesto a
trabajar en tu tarea y en tu Reino. Por Jesús, amén.
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