April 29, Friday
CHANCE?
JOB 33:14-17
“But you stay here
awhile, so that I may give you a message from God.”
I Samuel 9:27
I have a friend who
suffered an automobile accident about three years ago. He was seriously injured. At first, as we Cubans say, he remained “as
cool as a cucumber.” He stopped drinking and quit driving his motorcycle. He
seemed scared. But after more or less a
good long while, he went back to his old self.
On several occasions we would tell him that he had made a great
recovery, but that he should not forget what had happened, and that he would
probably not get a second chance at life; and he would laugh.
Instead of laughing,
he could have asked himself: Was this
accident really a chance occurrence? If
God kept me alive, is it not perhaps proof of his kindness and patience, giving
me a new opportunity to make contact with Him?
The circumstances of
our lives are not merely by chance. Rather, they are the resources that God
uses in order to speak to our consciences and to our hearts. Let us pay
attention to what God wants to say to us.
His objective is to teach us to know Him and to see Him acting in our lives.
If some problem has
taken us by surprise, and even so, God gave us a second chance, let us learn to
listen to His Voice, while there is still time.
Prayer: Beloved God, allow us
to listen to your voice each day, even in the small circumstances that come our
way. Amen.
¿CASUALIDAD?
JOB
33:14-17
“Espera
tú un poco para que te declare la palabra de Dios”
I
Samuel 9:27
Tengo
un amigo que hace aproximadamente tres años sufrió un accidente de tránsito.
Estuvo bastante grave. Al principio estaba como decimos en buen cubano “más
tranquilo que estate quieto”. No bebía y dejó de correr a gran velocidad en su
moto. Al parecer tenía miedo. Pero después de un tiempo más o menos largo,
volvió a ser el mismo. Nosotros en varias ocasiones le decíamos que tenía una gran facultad de recuperación, pero
que no se le olvidara lo que había pasado, y que probablemente no tendría una
segunda oportunidad de vivir; y él se
reía.
En vez
de reír, bien podría haberse preguntado: ¿Este accidente fue realmente una
casualidad? Si Dios me mantuvo con vida, ¿no es acaso una prueba de su bondad y
paciencia, que me da aun una oportunidad para ponerme en contacto con Él?
Las
circunstancias de nuestra vida no son pura casualidad, sino los
recursos que Dios emplea para hablar a nuestra conciencia y a nuestro corazón.
Prestemos atención a lo que Dios quiere decirnos. Su objetivo es enseñarnos a
conocerlo y a verlo actuar en nuestras vidas.
Si
fuimos sorprendidos por algún problema, y aun así, Dios nos regaló una segunda
oportunidad, aprendamos a escuchar Su Voz, mientras aun haya tiempo.
Oración:
Amado Dios, permítenos escuchar tu
voz cada día, aun en las pequeñas circunstancias que nos depara el camino. Amén.
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