April 9, Saturday
INVOKING YOUR NAME
ROMANS 10:13-21
“For everyone
who calls on the
Lord’s name
will be saved.”
Romans 10:13
At times it would be
appropriate to ask ourselves these questions: Why do we not invoke God’s
name? Why do we go to nearby neighbors
if we know God is closer and disposed to listen to our weakest call? Why do we
conceive our plans and projects without counting on God’s guidance? Why don’t
we once and for all deposit our burdens and our person in the Lord’s arms?
Runners press on
straight forward, patiently pursuing their goal with dedication. Why don’t we
immediately run to the living God? Searching for our answers anywhere else will
be in vain, because only with God will we find them. This he has demonstrated
through his eternal company in each joyful or critical situation.
We don’t need to ask
whether or not we’re permitted to call upon God, because the phrase, “all
those” is clear enough and understandable. “All those” means us. God is within reach of everyone.
Although we may
always consider our situations as the most urgent, and we may not see the way
in which we will be freed, let us not forget who is our most certain friend:
our loving God.
Prayer: Beloved God, may
our life’s actions be according to the measure of our faith; and may you be our
faith. Amen.
Translated
by John Walter
INVOCANDO
SU NOMBRE
ROMANOS
10:13-21
“Porque
todo aquel que invocare
el
nombre del Señor, será salvo”
Romanos 10:13
A
menudo sería conveniente hacernos estas preguntas: ¿Por qué no invocamos el
nombre de Dios? ¿Por qué acudimos a nuestros vecinos cercanos si sabemos que
Dios está más cerca y dispuesto a oír nuestro más débil llamamiento? ¿Por qué
hacemos nuestros proyectos y planes sin contar con la guía de Dios? ¿Por qué no
depositamos de una vez nuestra carga y nuestra persona en los brazos del Señor?
Los
corredores marchan derecho hacia adelante persiguiendo paciente y
esforzadamente su meta ¿Por qué no corremos nosotros inmediatamente al Dios
vivo? Será en vano que busquemos nuestras respuestas en cualquier otra parte,
porque sólo con Dios las hallaremos, nos lo ha demostrado a través de su eterna
compañía en cada situación de alegría o crisis.
No
tenemos necesidad de preguntar si nos está permitido o no el invocar a Dios,
porque la frase “todo aquel” es bastante clara y compresible. “Todo aquel” quiere decir nosotros, Dios está al
alcance de todos y todas.
Aunque
siempre consideremos nuestras situaciones como las más urgentes, y no veamos la
manera en que seremos librados, que las urgencias no nos hagan olvidarnos de
quien es nuestro amigo más seguro: nuestro amoroso Dios.
Oración:
Amado Dios, permite que nuestro actuar en la vida esté
acorde con la medida de nuestra fe, y que tú seas nuestra fe. Amén.
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