April 6, Wednesday
Anniversary of the IPR Church “Resurrección”
(Juan G. Gómez)
UNANSWERED PRAYERS
HABAKKUK 1:1-4
“How long, Lord, must
I call for help
and you do not listen?”
Habakkuk 1:2
Who among us has not suffered due to an unanswered
prayer? After all, we know that God can grant all the requests we make of him.
But what enormous chaos we’d have if God answered
all our prayers in the way we desired! Remember, many times our prayers become
selfish demands for security, economic stability, and vengeance disguised as
justice when we have been hurt by something or someone. No fewer are the times when God has us wait;
and we are impatient to receive answers. Then we toss out Habakkuk’s lament:
“How long, Lord,
must I call for help and you do not listen?”
Without doubt, God tells us “NO” in order to
later give us what is truly good for us. His wisdom is incomprehensible to our
limited human mind.
In the First Letter of John, chapter five,
verse 14 we find the precise response to our supplications to God, “This is the confidence we have in
approaching God: that if we ask anything according to his will, he hears us…”
Prayer: Lord, may our requests be supported by a
pleasing behavior before you. May we be wise in asking, but above all, may we
know to wait patiently for your response, which, although it may not be what our
human attitude expected, is always what is best. Amen.
Translated by
John Walter
Aniversario IPR “Resurrección”
(Juan G. Gómez)
ORACIONES NO
CONTESTADAS
HABACUB 1:1-4
“ ¿Hasta
cuando oh Jehová, clamaré y no oirás…?”
Habacuc 1:2
¿Quién de nosotros no ha
sufrido ante una oración no contestada? Sobretodo porque sabemos que Dios puede
complacer todas las peticiones que se le hagan.
¡Pero qué caos tan grande
tendríamos si Dios contestara todas nuestras oraciones en la forma como
nosotros deseáramos! Reconozcamos que muchas veces nuestras oraciones se
convierten en demandas egoístas de seguridad, estabilidad económica, venganza
disfrazada de justicia una vez que hemos sido dañados por algo o alguien.
No son pocas las ocasiones en
las Dios nos hace esperar ante una petición, y nosotros somos impacientes para
recibir las respuestas. Entonces lanzamos el lamento de Habacuc: hasta
cuándo Señor, clamaré y no me oirás...
Sin dudas, Dios nos dice “NO”,
para luego concedernos lo que de verdad nos conviene. Su sabiduría es
incomprensible para nuestra limitada mente humana.
En la primera carta de Juan 5:
14, encontramos la respuesta precisa a nuestras peticiones a Dios: Y ésta es
la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su
voluntad, él nos oye.
Oración: Señor,
que nuestras peticiones sean respaldadas por una conducta agradable ante ti.
Que seamos sabios al pedir, pero sobre todo que sepamos esperar con paciencia
tu respuesta, que aunque no sea la esperada por nuestra actitud humana, es
siempre la mejor. Amén.
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