Monday, May 2, 2016

May 2, Monday ARE YOU DISCOURAGED? PSALM 5

May 2, Monday
ARE YOU DISCOURAGED?
PSALM 5

“Cast all your anxiety upon him,
because he cares for you.”
I Peter 5:7

     David, dispirited after having escaped Saul who was trying to kill him, collaborated with the Philistines, the enemy of his people, and thus had no alternative other than to go to war against his own country.

     Thanks be to God that the Philistine leaders, fearing David would turn on them during combat, ordered him to depart with his soldiers. But when he returned to his city, David found himself in an exasperating situation: everything had been burned.  The women, children, and all of the goods had disappeared. Its men and valiant warriors were in tears and held him accountable for the catastrophe, and decided to stone him to death.

     David felt alone and guilty: Pursued by Saul, rejected by the Philistines, threatened by his own soldiers and deprived of family and wherewithal. How was this man of faith to react?  His stance was magnificent.  The Word first states that “he strengthened himself in the Lord his God,” and later humbly asked God what he should do, and God gave him a marvelous solution.

     What an example for every believer! If discouragement invades us, accentuated by the consciousness of our errors, and if loneliness oppresses us, God’s grace is always within our reach. Let us go to Him. He listens to us, helps and strengthens us. We can confess even our greatest sins; they don’t impede our going to prayer. He responds even to the most difficult situations. He will do all this, perhaps not as we envision; but yes, with wisdom and love.        

Prayer:  Thank you Lord Jesus for your words. Thank you, because in them we always find the answers to our needs. Amen.

Translated by John Walter

¿ESTÁS DESANIMADO?
SALMO 5

“Echando toda vuestra ansiedad sobre él,
porque él tiene cuidado de nosotros”
1ra de Pedro 5:7

David, desanimado tras haber estado huyendo de Saúl porque este trataba de matarlo, se asoció a los filisteos, los enemigos de su pueblo. Así se vio obligado a ir a la guerra contra su propio país. Gracias a Dios que los jefes de los filisteos, temiendo que David diera media vuelta durante el combate, le ordenaron irse con sus soldados. Pero cuando regresó a su ciudad, David se encontró en una situación desesperante: todo había sido incendiado. Las mujeres, los niños y todos los bienes habían desaparecido. Sus hombres, valientes guerreros, llorando lo hicieron responsable de esta catástrofe y decidieron lapidarlo. David se sentía  solo y culpable: perseguido por Saúl, rechazado por los filisteos, amenazado por sus soldados y privado de su familia y sus bienes. ¿Cómo iba a reaccionar este hombre de fe? Su actitud fue magnifica.
Primeramente dice la Palabra que “se fortaleció en el Señor su Dios” y luego humildemente, preguntó a Dios qué debía hacer, y Dios le dio una salida maravillosa.
¡Qué ejemplo para cada creyente! Si el desánimo nos invade, acentuado por la conciencia de nuestros errores, si la soledad nos oprime, la gracia de Dios siempre está a nuestro alcance. Vayamos a Él. Él nos escucha, nos ayuda y fortalece. No hay pecado demasiado grande para que no podamos confesarlo o para que nos impida orar. No hay situación demasiado difícil para que Él no pueda responder.  Lo hará, quizá no como nosotros lo pensamos, pero sí con sabiduría y amor.

Oración: Gracias Señor Jesús, por tus palabras. Gracias porque en ellas siempre encontramos las respuestas a nuestras necesidades. Amén,


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