Friday, October 7
LIKE COFFEE
MATTHEW 17:14-20
“I tell you the
truth, if you have faith as small as a mustard seed, you can say to this
mountain, “Move from here to there,’ and it will move.”
Matthew 17:20b
Brothers and sisters,
many are the adversities that we must confront every day; that is part of life.
But it is up to us to decide how we react to these problems. Do we allow ourselves to be discouraged by
them or does our faith give us the solidity to move forward? I want to share with you an illustration to
consider as we confront difficult situations.
A daughter told her
father that she felt weary due to all the many troubles in her life. Her father, a chef, took her to his workplace
and had her boil water in three pots. He
put carrots into one, eggs in another and grounds of coffee in the last one. After
the water had boiled he took out the carrots and placed them on a plate. He
took out the eggs and put them on another.
Lastly, he strained the coffee and poured it into a third container. The
daughter watched impatiently and her father asked her to examine the contents
of each container. She found that the
carrots were soft, the eggs were hard, and the cup of coffee showed a dark
liquid with a delicious aroma. The
daughter humbly asked: “What does this mean, father?” He explained that the
three elements had faced the same adversity: boiling water. But each one reacted in a different way. The
carrot, which had been hard and firm, became weak and easy to break apart. The egg that had been fragile had hardened.
The coffee grounds, however, were unique; after having been boiled, they changed
the water.
The daughter
understood the lesson very well. And what about us? Does adversity weaken us,
harden our hearts, or encourage us to transform our reality without losing our
essence? It is better for our faith in
God to allow us to react like the coffee in the face of our difficulties one
day after another.
Prayer: Increase our faith,
Lord, that we may be able to transform our daily adverse realities. Amen.
Translation by
Elisa Menocal
COMO
EL CAFÉ
MATEO
17:14-20
De
cierto os digo que si tenéis fe como un grano de mostaza,
diréis
a este monte: “Pásate de aquí para allá”,
y se
pasará; y nada os será imposible.
Mateo
17: 20b
Hermanos
y hermanas, son muchas las adversidades que debemos enfrentar cada día, eso es
parte de la vida, pero nos toca decidir cómo reaccionamos ante estos problemas.
¿Nos dejamos amilanar por ellos o nuestra fe nos da la firmeza para seguir
adelante? Pues les comparto esta ilustración para reflexionar en nuestra
capacidad de respuesta ante las experiencias difíciles: Se cuenta que una hija
le comentó a su padre que se sentía cansada ante tantas adversidades en su
vida. El padre, que era chef de cocina, la llevó a su trabajo y puso a hervir
agua caliente en tres recipientes. En uno colocó zanahorias, en otro puso
huevos y en el último granos de café.
Luego
de que hirviera el agua sacó las zanahorias y las colocó en un plato. Sacó los
huevos y los colocó en otro plato. Finalmente, coló el café y lo puso en un
tercer recipiente. La hija lo miró impaciente y el padre le pidió que examinara
el contenido de cada recipiente. Ella se percató de que las zanahorias estaban
blandas, el huevo duro, y el tazón del café mostraba el líquido oscuro con
delicioso aroma. Humildemente la hija preguntó: "¿Qué significa esto,
padre?" Él le explicó que los tres elementos habían enfrentado la misma
adversidad: agua hirviendo, pero habían reaccionado en forma diferente. La
zanahoria que antes era dura, se había vuelto débil, fácil de deshacer. El
huevo que era frágil, se había endurecido. Los granos de café, sin embargo eran
únicos; después de estar en agua hirviendo, habían cambiado al agua. La hija
comprendió muy bien la lección ¿Y nosotros? ¿Las adversidades nos vuelven
frágiles, nos endurecen el corazón, o nos animan a transformar nuestra realidad
sin perder nuestra esencia? Más vale que nuestra fe en Dios nos permita
reaccionar como el café ante las dificultades del día a día.
Oración:
Auméntanos la fe, Señor, para que podamos transformar las realidades adversas
de cada día. Amén.
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