Monday, October 17
WHAT IS WELL LEARNED
IS NOT FORGOTTEN
PROVERBS 2:1-8
Start children off
the way they should go,
and even when they
are old they will not turn from it.
Proverbs 22:6
A
month ago my daughter began her university studies. Saying our goodbyes was
very difficult; I felt an immense vacuum that not even my devotional time could
fill. Many fears assaulted me concerning her new stage of life. Every day I
asked myself “Will she adapt? Will she be able to make the correct decisions? Who will her new friends be? Will she eat well?”
Thousands of questions kept me worried and stressed. I knew later that this
experience, through which many parents have crossed, is called empty nest
syndrome. That is, until I sat down with a sister from the church and she
shared with me a sentence from the book The
Prophet, by Gibran Khalil Gibran:
You are
the bows from which your children, like live arrows, are sent.
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…Later we spoke about the wise words found in
Proverbs 22:6. I understood then that what is well-learned is not forgotten.
Beyond trusting in God as the protector of my daughter, I also began to trust
in her, in the journey of wisdom she had crossed to that point, in her values,
in her new opportunity to make mistakes, and in her new flight. Thus I didn’t
feel that the nest was empty, but that it was full of opportunities for both of
us.
Prayer: I thank you God for this trust you have put
in my heart to live this new stage far from my daughter, with the certainty
that the way of wisdom you have taught her will serve as protector and guide
forever. Thank you for the strength you have given me to loosen the ties and
allow her to take flight. Amen.
Translated by
John Walter
LO QUE BIEN SE
APRENDE NO SE OLVIDA
PROVERBIOS
2:1-8
Instruye al
niño en el camino correcto,
y aun en su
vejez no lo abandonará
Proverbios
22:6
Hace un mes mi hija comenzó sus
estudios en la Universidad. La despedida fue muy difícil, sentía un vacío
inmenso que ni siquiera mi tiempo devocional podía llenar. Muchos miedos me
asaltaban sobre su nueva etapa de vida. Cada día me preguntaba: ¿se adaptará?
¿podrá tomar las decisiones correctas? ¿cuáles serán sus nuevas amistades? ¿se
alimentará bien? … Y así miles de interrogantes me mantenían preocupada y estresada.
Supe luego que a esta experiencia por la que atravesamos muchas madres le
llaman el síndrome del nido vacío. Hasta que me senté con una hermana de la
iglesia y compartió conmigo una frase del libro “El Profeta” de Gibran Khalil
Gibran:
Ustedes son
los arcos de los cuales sus hijos como flechas vivas son enviados… Luego
dialogamos sobre las palabras de sabiduría contenidas en Proverbios 22:6.
Comprendí entonces que lo que bien se aprende no se olvida. Además de confiar
en Dios como protector de mi hija, también comencé a confiar en ella, en el
camino de sabiduría que había recorrido hasta ahora, en sus valores, en su
nueva oportunidad de equivocarse y en su nuevo vuelo. Ya no sentía que el nido
estaba vacío, sino que estaba lleno de oportunidades para ambas.
Oración: Te
agradezco Dios, por esa confianza que has puesto en mi corazón para vivir esta
nueva etapa lejos de mi hija, con la certeza de que el camino de sabiduría que
le has enseñado le servirá de guarda y guía por siempre. Gracias por la fuerza
que me has dado para soltar las amarras y dejarla volar. Amén
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